El nuevo estatuto para los municipales de la Provincia recibió la media sanción en Diputados

La Cámara Baja bonaerense dio media sanción al proyecto de ley que regula las relaciones laborales y negociaciones colectivas de trabajadores municipales. El pliego fue girado al Senado. El actual régimen, declarado parcialmente como inconstitucional por la Suprema Corte, fue derogado. Los palcos del recinto fueron colmados por empleados de distintas comunas, afiliados a la Federación (Fesimubo) de Rubén García, que marchó para que los legisladores que estaban comprometidos avancen con el proyecto presentado por diputado del FPV y dirigente de esa organización, Hernán Doval. El estatuto, además de dejar sin efecto la ley 11757, que restaba derechos a los trabajadores desde los noventa (con respaldo de la federación más antigua que por entonces manejaba el duhaldista Alfredo Atanasoff), prevé que los trabajadores municipales puedan discutir en paritarias cuestiones salariales y mejoras laborales. Los bloques del Frente para la Victoria y UCR, el FAP, UCyB, Lealtad Peronista y Nuevo Encuentro votaron positivamente. Por diferentes motivos el proyecto no fue acompañado por las bancadas del Frente Renovador y el FIT. La sanción de la norma dependerá del debate en el Senado. Castillo, del Partido de los Trabajadores Socialistas, argumentó que las paritarias, a su juicio, deben ser a nivel provincial y no municipal. Esto había generado internas en el massismo, donde los intendentes presionaron para que la ley no fuera a salir o que al menos no tenga una paritaria de base. Doval marcó: «Esta ley restituye y amplía derechos y otorga por primera vez en la historia paritarias para los empleados municipales». Además, el legislador criticó la legislación anterior, derogada con la nueva normativa, y disparó implícitamente contra el massismo que no acompañó la ley. Desde las gradas insultaron al líder de la Federación de Sindicatos Municipales de la Provincia de Buenos Aires (FSMPBA), Oscar Ruggiero, cuando fue nombrado, por considerar que su sindicato no había militado por la norma. De hecho, había buscado empantanar el acuerdo firmado entre Fesimubo con los presidentes de bloque, se negaba a la derogación de la 11757 e, incluso, desde había salido horas antes con un comunicado en el que pedía no a tratar el proyecto presentado por el diputado Doval. Finalmente salió sobre tablas. Esto se logró por un acuerdo con el sector de UNEN, que pedía reconocer a todos los gremios en la Ley (ATE, CICOP, UPCN). Esto se hizo, pero con un piso de representatividad del 10% de la planta en cada comuna. El proyecto divide la ley en tres ejes centrales: los dos primeros constituyen el marco regulatorio del Estatuto del Empleado Municipal, y en el tercero aparecen los artículos supletorios, que establecen el régimen laboral en tanto y en cuanto la comuna carezca de la ordenanza pertinente. Al final del segundo capítulo, un artículo establece la derogación de la ley 11.757, es decir, el estatuto vigente. Se creará, de promulgarse la ley, el Consejo Consultivo y asesor del empleo municipal de carácter no vinculante, que se reunirá obligatoriamente dos veces al año; la primera durante el primer trimestre de cada año y será aplicable a todas las municipalidades y sus empleados. Esto generará condiciones de referencia para que los sindicatos estatales negocien en paritarias libres con los intendentes de la Provincia. El texto contempla también una disposición transitoria por la cual, durante el primer año de vigencia de la norma, el gobierno de la Provincia pueda destinar partidas para auxiliar a municipios que necesiten cubrir la plantilla de sueldos. Este artículo con fecha de caducidad todavía es discutido en la Legislatura. Algunos representantes del Conurbano pidieron que fuera excluido de la ley. La Fesimubo lo respaldaba por considerar que en el Conurbano los intendentes iban a tener que mostrar sus plantillas para recibir el subsidio. Diputados alineados con intendentes del interior lo consideran clave para acompañar el proyecto, porque vislumbran dificultades económicas tras las primeras paritarias bajo esta normativa. Lo más discutido fue el tema de la paritaria doble. El proyecto contamplaba dos: la provincial y la municipal. Sin embargo, el texto se modificó a pedido del massismo, para que solo quede la instancia muncipal, aunque luego el FR tampoco votó. A lo largo de un debate se expresaron Doval, Viviana Nocito y Fernando `Chino´ Navarro, del Frente para la Victoria; Jorge Silvestre, de la Unión Cívica Radical; Rubén Grenada, del Frente Amplio Progresista; Rita Liempe, de Unidad Popular; Héctor Martínez, de Lealtad Peronista; Christian Castillo, del Frente de Izquierda y los Trabajadores; y Guillermo Britos, de Unión Celeste y Blanco.   Autonomía Si bien el presidente de la Cámara Baja, Horacio González, logró en labor parlamentaria acordar el tratamiento de la ley, que contaba con consenso, la posición del massismo podría frenarla en el Senado. “Consideramos que la ley que se pretende aprobar sigue avasallando la autonomía municipal y va en contra de la reciente sentencia de la Suprema Corte de Justicia en la causa «Municipalidad de San Isidro contra Provincia de Buenos Aires. Inconstitucionalidad ley 11.757» expresaron en un comunicado los legisladores massistas, antes de que se vote el proyecto. Asimismo, desde el Frente Renovador propusieron «modificar la Ley Orgánica de las Municipalidades restableciendo la facultad de los Concejos Deliberantes de regular el régimen para el personal municipal respetando la autonomía, y paritarias obligatorias una vez al año a nivel municipal”. Y señalaron que «el único que está en contra – del nuevo estatuto- es el gobernador Daniel Scioli que instruyó no sólo al Fiscal de estado sino a su abogado, el Asesor General de Gobierno, a que apelen la sentencia de la Corte en el caso de la Municipalidad de San Isidro desconociendo la autonomía municipal y atentando contra la dignidad de los trabajadores municipales a lo largo y ancho de la Provincia”.   Disconforme El secretario del Sindicato de Trabajadores Municipales de Morón, Hurlingham e Ituzaingó, Pablo Salvo, también dirigente de Fesimubo, se mostró disconforme tanto con la organización que preside Rugiero, como con sus compañeros del Frente Renovador, fuerza que integra en Morón. «Estoy enojado con los muchachos», admitió esta mañana, por el voto de los legisladores massistas. También advirtió a la FSTMPBA que «la ley plantea la representación y se termina la mentira ahí. Hay que blanquear la representación genuina». «Los intendentes es lógico que estén en contra, pero no pueden oponerse los sindicalistas», reprochó. Según explicó, ahora habrá paritaria pero sólo a nivel «distrital». «Lo que se creó es un Consejo de Consulta provincial, no vinculante; una mesa de intendentes, legisladores y federaciones, para bajar una referencia a los municipios. El intendente lo puede aceptarla o no, pero lo que no puede es no sentarse con los gremios». Todavía caliente, se quejó porque la presión de los intendentes logró quitar los 3 puntos de antiguedad que reconocía el nuevo estatuto. Era unos de los puntos clave que lo diferenciaban del actual, parcialmente declarado inconstitucional y derogado. En Morón se llegó al 4% tras años de discusión. Salvo confirmó que sólo «la primer paritaria, por si desajustan las cuentas, establece un subsidio» para los municipios que reconozcan su plantilla. Y explicó que los «intendentes pagan cargas sociales por la mitad» de su personal. La otra mitad tiene convenios «basura». Los famosos contratos temporales. «La nueva ley permite una instancia de un año de contrato a prueba y después el pase a planta permanente, dentro de la carrera municipal. Hoy el sistema es prebendario. Solo el 20% de la planta puede ser contratada por el nuevo estatuto. En Malvinas la planta temporaria es del 80% hoy».]]>