Vecinos salieron a denunciar a una empleada municipal por «usurpar» una casa de Villa Udaondo que estaba a resguardo del Municipio y de la Defensoría del Pueblo para cumplir con la voluntad de su ex dueña, quien falleció tras un incendio, de convertirla en un centro para la tercera edad.
En la primera quincena de septiembre, de madrugada, Romina Quevedo, esposo y uno de sus hijos llegaron a la casa que había sido el lugar en donde Nélida Teresa Calise vivió gran parte de su vida, en Udaondo 950. Nelly era una médica que sufría de una enfermedad, y era muy conocida por todos los vecinos de esa localidad. Falleció en noviembre del año pasado luego de que se produjera un incendio -de causas dudosas- en su domicilio.
El concejal Roberto Rocha, delFrente Renovador, dialogó con los integrantes de la “Asociación La Casa de Nelly”, y aseguró que: “instamos nosotros verbalmente a la gente de Tierras que actuó e hizo la denuncia por usurpación”. “La usurpadora presenta la complicación de que es la sobrina de la Jefa de Departamento de Defensa Civil, Mónica Quevedo. Y es la prima hermana de la esposa de Pablo Piana”, apuntó el edil.
Nelly no tenía familiares. El caso remite también al de Clemente Mamani, que fue asesinado y enterrado. Hoy su casa, en el barrio El Pilar, es un hogar para perros de la calle. Luego de su desaparación su casa había sido usurpada por un ex panadero, hoy preso por doble homicidio, que estaba en pareja con la nieta de un agente municipal.
“Yo soy empleada municipal, a mí no me sacan de acá”, advirtió Romina según el relato de los vecinos. En la puerta del inmueble hay un cartel donde se lee: “Inmueble en posesión de la Municipalidad de Ituzaingó para su resguardo. Prohibido ingresar bajo apercibimiento”.
La Defensoría del Pueblo de Ituzaingó, a cargo de Bruno Corbo, puso el terreno bajo su resguardo, con el fin de darle tiempo a los vecinos para que puedan organizarse, formar la asociación civil y llevar adelante el proyecto que ocupó la mente de Nelly durante sus últimos días.
“Nelly quería hacer algo para gente del barrio que necesite, como el tema de la rehabilitación. Y con respecto a la ropa que ella juntaba, Corbo y un montón de vecinos le preguntábamos ‘¿y usted para qué junta la ropa?’, y ella te decía ‘para los jubilados que no tienen’. En realidad contaba lo que ella había hecho cuando estaba bien”, contó una de sus vecinas.
Nélida era médica, y ejerció como tal hasta que comenzó a padecer el síndrome de Diógenes. Este desorden de la conducta implica que la persona que lo sufra tenga la necesidad imperiosa de acumular cosas.
Existe un pedido de investigación sobre este incidente, cuyo origen está caratulado como “causa dudosa”. Defensa Civil había ido a limpiar los estragos que había dejado el incendio.
Corbo se refirió también a las denuncias: “La Dirección de Tierras hizo una denuncia por usurpación, porque indiscutiblemente está configurada la usurpación. Sé que el fiscal mandó a hacer una serie de diligencias a la Comisaría 3ra, y una vez tramitadas esas diligencias resolverá. Entiendo que la única resolución que corresponde ahí es el lanzamiento, el desalojo”. Corbo suele ser muy cercano a los vecinos. De hecho, desde que la casa de Nelly fue tomada, frecuentó la zona y comprobó que los usurpadores“están haciendo reformas, lo que es una vergüenza”.
Asimismo, señaló que la tía de Romina, Mónica Quevedo, trabaja en Defensa Civil, y destacó: “Son los mismos que vinieron cuando se prendió fuego la casa, y esto forma parte de una actitud realmente muy descalificante de parte de ellos”.
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