Ituzaingó: intentó impedir un robo en su casa y lo asesinaron de tres puntazos en el cuello

Un técnico (46 años) en aires acondicionados y refrigeración fue asesinado de tres puntazos en el cuello delante de su mujer y su pequeño hijo cuando intentó resistirse a un robo en su casa del barrio de San Alberto, en Ituzaingó, informaron fuentes policiales y judiciales a la agencia Télam.

El hecho ocurrió alrededor de las 3 de ayer, en una vivienda ubicada en la calle Holanda 2448, entre Rivera y Anchorena del barrio San Alberto, en Ituzaingó Norte, y la víctima fue identificada como Claudio Leandro Guerrero Flores (38), quien murió en el lugar antes de ser atendido por los médicos.

Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que todo comenzó cuando al menos tres delincuentes ingresaron a la casa luego de utilizar un cricket y violentar la reja de una ventana que da al frente de la vivienda.

Desde allí, los delincuentes fueron a un garaje y, luego, accedieron al hall de la casa, pero los movimientos de los intrusos fueron escuchados por Guerrero Flores, quien se sobresaltó mientras dormía y se levantó para ver lo que ocurría.

La víctima descubrió a los ladrones cuando se hallaban en el comedor y los enfrentó para evitar que llegaran robar, dijeron las fuentes.

En medio de la pelea, el hombre recibió tres puntazos en el cuello y cayó gravemente herido al piso.

«Mirá lo que me hicieron», le dijo Guerrero Flores a su esposa, llamada Valeria Righi (36), ya que pudo subir a la habitación situada en la planta alta de la casa, donde cayó desvanecido.

Según los investigadores, Guerrero Flores perdió mucha sangre y murió antes de que pudiera ser atendido por los médicos, en tanto la Policía encontró un punzón casero en el garaje de la casa, con el cual se presume que fue asesinado.

En ese sentido, los investigadores aguardaban el resultado de la autopsia que se realizará durante el transcurso de esta tarde para determinar fehacientemente las causas de la muerte de Guerrero Flores.

Además, los peritos trabajaron en la casa en busca de huellas de los delincuentes junto a detectives de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón, bajo las órdenes del titular de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Ituzaingó, Marcelo Tavolaro.

Un jefe encargado de la pesquisa dijo a Télam que una de las sillas del comedor fue encontrada en una casa vecina, por lo que una de las posibilidades es que la utilizaron los ladrones para apoyarse del otro lado e intentar escapar por allí.

«No queda claro porque apareció en ese lugar, también alguien la pudo haber tirado ahí durante el hecho», indicó.

De acuerdo las fuentes, los delincuentes huyeron del lugar sin robar nada y la sospecha apunta a que se trató de un hecho al voleo.

Al respecto, el testimonio de la mujer será clave para establecer si los homicidas sustrajeron algún elemento de valor.

Los pesquisas también recabaron datos a través de los vecinos del barrio para tratar de identificar a los agresores, quienes se sospecha estaban a pie debido a que no escucharon ningún ruido de motor.

La causa fue caratulada en principio como «homicidio en ocasión de robo» por el fiscal Tavolaro, quien procuraba encontrar testigos que pudieran haber visto la fuga de los delincuentes.