En un encuentro fundamental para entrar al Reducido, Morón y Comunicaciones igualaron hoy 1-1 en el Nuevo Urbano. El local vivió como una derrota el gol de Nicolás Ibáñez sobre el cierre. Y, además, mantuvo una tensa calma después del asesinato del capo de la barra, Ramón «Nene» Fernández.
Por la fecha 38 del campeonato de Primera B Metropolitana, Morón dejó pasar una chance de tomar distancia de sus perseguidores, aunque no sufrirá en la tabla.
Damián Toledo comenzó adelantando al local a los 15 minutos de la primera mitad. Mostrando una mayor convicción y volumen de juego, el Gallito se fue al descanso siendo claramente superior.
La expulsión de Lucas Benegas a los 30 del segundo tiempo, complicó muchísimo el partido para el Cartero que parecía terminar con su racha de partidos sin derrotas. En el último instante de juego apareció el goleador Nicolás Ibañez para aprovechar un error del arquero y empatar un partido que parecía terminado.
El equipo del entrenador Eduardo Pizzo suma 12 encuentros sin perder con siete triunfos y cinco empates y sueña con ingresar al Reducido a la BN.
El partido terminó sin incidentes, aunque inquietó la visita que barras de la popular local realizaron en la zona de plateas luego de colgar una bandera de «La Banda del Loco Nene».
Esto obedecería a que sospechan que el crimen de Fernández tenga que ver con una interna. Hay quienes comentan que la vieja guarda quiere volver a tomar protagonismo y algunos lo vincularon con el asesinato a sangre fría del recolector de 39 años, quien fue baleado hace dos semanas en Morón Sur.
Nene falleció hace diez días en el Hospital de Morón. La causa, que se tramita en la UFI 8, no tiene detenidos, ni sospechosos, pero no descarta ninguna hipótesis. En el club creen que se trató de un crimen pasional y que no tiene que ver con el club. No obstante, el partido se cambió del domingo a la tarde del martes para que haya la menor cantidad de público posible. Tampoco se quiso jugar a puertas cerradas. Una división especial de seguridad se encargó de custodiar los accesos al club, lo cual no impidió visitas a una platea en la que viejos hinchas brillaron por su ausencia.