Aunque no son fáciles de hallar en estos días, María Eugenia Vidal y Ramiro Tagliaferro, gobernadora e intendente electos por Cambiemos, han deslizado su preocupación por la situación económica que recibirán el 10 de diciembre. Servicios y obra pública los ocupa tanto como la planta política.
La transición en Morón viene lenta. El concejal del PRO está enfrascado organizando el Presupuesto 2016 y un Gabinete mucho más chico que el que va a heredar del sabbatellismo. Una de sus personas de confianza dejó trascender que preocupa herencia económica. «Va a haber complicaciones para pagar sueldos y aguinaldos», indicó la fuente, debido al supueto déficit de las cuentas públicas y una deuda que tiene la Provincia.
Algo similar publicó un diario nacional sobre el nuevo gobierno bonaerense. Vidal habría anunciado que se pagará con bonos a proveedores. En su caso se haría reunido con Sergio Massa para acordar la nueva ley de ministerios, el Presupuesto y otras medidas que incluyen una reforma electoral. El paquete de medidas incluye la emisión de deuda para enfrentar el rojo fiscal con el que se encontraría, de $15 mil millones según sus cuentas.
Tampoco es menor la herencia política que recibirán. En Provincia ha corrido la orden de no renunciar a puestos menores hasta que los echen. Y en Morón el sabbatellismo dejará librados los «cargos políticos», pero no hará renunciar a su planta militante. «Sabemos que los están escondiendo en distintos sectores del municipio, incluso funcionarios que renunciar al cargo pero siguen como empleados. Otros se van al Posadas, donde la intervención creen que puede durar hasta abril, con sueldos de 30 a 40 mil pesos», sostuvo una de las personas del equipo de Ramiro.
Son pocos los que saben cuánto se ha avanzado en el nuevo Gabinete de Morón. No han confirmado ningún nombre. Pero se sabe que Cambiemos no va a negociar la Presidencia del HCD, como pensaba el massismo. Ese lugar estaría reservado para Analía Zapulla, ex dirigente del GEN.
Públicamente, Tagliaferro recién apareció esta semana en una entrevista de Clarín (foto), donde dijo que «lo valioso de la línea entre intendente, gobernador y presidente no es la cuestión económica, o de caja», sino una «misma mirada de política pública y ser un equipo coherente».
«Por ejemplo, no tengo dudas de que si Mauricio es Presidente, el Posadas va a dejar de ser una bolsa de corrupción política. No tengo ninguna duda porque lo conozco a Mauricio, y además de conocerlo y saber cómo piensa, lo veo en la ejecución real. Hoy el Posadas es un monstruo que maneja $ 4.500 millones de presupuesto, tres municipios de Morón. Y a veces vas y no tienen gasas. Si Macri es Presidente le voy a poder decir al vecino «vaya al Posadas tranquilo, lo van a atender bárbaro», sostuvo el intendente electo de Morón.
Le preguntaron qué le va a pedir a su mujer, la gobernadora electa. «La respuesta genérica es infraestructura y la particular es terminar las obras hidráulicas pendientes y en lo que pueda dar una mano con los temas relacionados con cloaca y agua corriente, si bien la mayoría es nacional», respondió.