La jefa del bloque de concejales de Cambiemos, Analía Zapulla, explicó que se hizo «un trabajo quirúrgico» sobre el personal contratado que estaba «mensualizados». El FPV la acusó de «defender lo indefendible» y el massismo pidió infomes al Ejecutivo. El PO denunció la precarización heredada.
El frente de batalla político se centró en dos puntos clave, entre el nuevo gobierno y la gestión Ghi: la herencia del personal temporal y la deuda municipal.
Luego de los cruces por los cesanteos, la ex secretaria de Gobierno y actual concejal del FPV Florencia De Luca, indicó hoy que «Zapulla no tiene vergüenza». Y apuntó: «le dieron la tarea de defender lo indefendible y hace lo que puede, pero cree que los vecinos de Morón somos muy ilusos. En el primer mes de gobierno Tagliaferro declara la emergencia económica, pide superpoderes, despide trabajadores y le aumenta el sueldo a sus funcionarios».
«Dejamos un municipio modelo, ejemplo en materia de transparencia, y con las cuentas claras. En poco tiempo la nueva gestión demostró que no tenía ningún equipo, destruyeron todas las políticas de transparencia y andan con custodios», sentenció la edil sabbatellista.
Ayer, medios muy cercanos al kirchnerismo replicaron el comunicado del Nuevo Encuentro y, sin citar fuentes, hablaron de «250 despidos». En el caso de la ex candidata a intendenta del PO, Jimena Lettieri, salió a hablar de ocho. Pidió la reincorporación, pero también el pase a planta de los contratados. «Sabbatella los precarizó, Tagliaferro los despidió», resumió en las redes sociales.
El concejal massista Martín Marinucci firmó un pedido de informes al Ejecutivo para que «informe la nómina completa de empleados despedidos, en qué condiciones de contratación se encontraban y en que área se desempeñaban». El ex candidato a intendente había dicho en la campaña pasada que había empleados sabbatellistas que cobraban aún siendo de municipios lejanos, algo que sostuvo también Pablo Salvo, secretario del STMM.
En el oficialismo no detallaron cuántas son las bajas, ni a quienes corresponde. Tampoco el kirchnerismo se animó a presentar una listas con los presuntos trabajadores afectados por el ajuste. En tanto, Zapulla consideró que «se hizo un trabajo quirúrgico y no se tocó a nadie de la planta permanente». «En el año 2000 Sabbatella echó a muchos trabajadores y todavía estamos pagando los juicios», recordó la ex militante radical y del GEN.
«Hay gente que estaba con contratos mensuales hacía diez años. Otros no se presentaron más a trabajar. En cada área se tuvo que informar con qué trabajadores se contaba antes de tomar la decisión de no renovar algunos contratos», explicó esta mañana la concejal de Cambiemos, a este portal.
La jefa de bloque, parte de la mesa chica del intendente, Ramiro Tagliaferro, no sólo fundamentó la limpieza en el Ejecutivo, sino que además advirtió que la administración municipal pasará de defensa al ataque contra sus antecesores por la herencia económica que originó la declaración de «emergencia». Advierten «faltantes» y «deuda no blanqueda». Hoy la deuda consolidada ascendería a 200 millones de pesos, sobre un Presupuesto de $1.200M. Pero sería mucho más, ya que no se contabilizaron las facturas que estaban en Compras y otras que fueron llegando de proveedores a partir del cambio de mando, en diciembre. «En noviembre se dio una orden de no recibir más facturas», apuntan sobre la gestión Ghi.

La gestión Ghi, hoy concejal, bajo la lupa