Nuevo Encuentro movilizó para protestar contra los despidos en la nueva gestión de Morón

Nuevo Encuentro se movilizó por primera vez frente a la Municipalidad de Morón, para repudiar el despido de al menos «250 empleados» y  «la eliminación de las políticas de transparencia». El gobierno local reconoció el cese de contratos «mensualizados» y negó aumento del sueldo del intendente.

Tras la declaración de emergencia económica, que no incluyó un artículo que le daba al Ejecutivo amplias facultades para disponer de la planta de personal, empezaron a caer contratos. «Hemos hecho un trabajo quirúrgico: no tocamos a nadie de planta permanente, como hizo Sabbatella en 2000. Hay contratados que están así hace diez años pero otros ni se presentaron a trabajar», explicó la jefa del bloque de Cambiemos, Analía Zappulla.

Ayer por la tarde, decenas de cesanteados se presentaron en plaza San Martín con carteles. El ex intendente, Lucas Ghi; el jefe de la bancada del FPV, Hernán Sabbatella; y la senadora provincial Mónica Macha se pusieron al frente de manifestación, que contó con apoyo de SUTEBA, CTA y organizaciones identificadas con el kirchnerismo. Se sumó la madre de Plaza de Mayo (Fundadora) Nora Cortiñas, la menos identificada con los K.

El sabbatellismo denunció «la persecución ideológica, la eliminación de las políticas de transparencia y los superpoderes que adquirió el intendente con la complicidad del massismo que le permiten realizar compras sin licitación, evadir los mecanismos de control, suspender contratos y obras públicas, y dañar la división de poderes».

“Estamos hoy acá defendiendo los derechos laborales con un reclamo justo. Saben muy bien que todos los despedidos cumplían funciones en áreas sensibles del Estado local», sostuvo Sabbatella.

Y agregó: «Es una vergüenza que el intendente no salga a dar una explicación a la gente que se manifiesta pacíficamente, y decida esconderse tanto en la municipalidad como en su casa, tras una fila de custodios, sin hablarle a la gente y sin dar la cara, hacía mucho que no se vivía esto en Morón».

Sabbatella también reclamó la publicación de declaraciones juradas, al mismo tiempo que se acusaba a Ramiro Tagliaferro de subirse el sueldo a $90 mil.

A esa hora la Municipalidad estaba cerrada. El HCD no había abierto por «desinfección», pero por la mañana, mientras el bloque K recibía a los cesanteados en la vereda, la presidenta del cuerpo, Natalín Faravelli (Cambiemos) denunciaba en la Justicia el posible robo de mobiliario en el Concejo.

Luego, el intendente, Ramiro Tagliaferro, se defendería por las redes sociales. «Presenté mi Declaración Jurada en tiempo y forma ante la Oficina Anticorrupción según la Ordenanza 6224/04 y es de total dominio público. Frente a versiones mal intencionadas aprovecho para ratificar que no he aumentado mi sueldo y que sigue siendo el mismo que el del Intendente anterior», twitteó en su cuenta pública.

La izquierda no se movilizó y, aunque acompaña el reclamo por las reincorporaciones, también denunció el estado de precarización del personal municipal. «Sabbatella precarizó los trabajadores que hoy son víctima de los despidos de Tagliaferro», comunicó el PO. En tanto que el PTS salió en contra de los despidos en Hurlingham. Y se preguntó por qué la conducción de ATE no se declara en huelga por los despidos en distintas esferas del Estado. En Ituzaingó despidieron a choferes de la línea comunal de colectivos, que se cerró. Pero en esos casos el kirchnerismo no se movilizó.

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