María Eugenia Vidal, volvió a describir una «Provincia quebrada» en la apertura de sesiones ordinaria de la Legislatura y presentó su plan para infraestructura, seguridad, educación, salud y modernización del Estado. «No vine a construir una candidatura ni a hacerme rica», apuntó esta tarde.
La gobernadora, que esta mañana acompañó al Presidente, Mauricio Macri, en el Congreso, repasó la herencia heredada y también hizo referencia a un «Gobierno nacional que también atraviesa un camino de dificultades». «La agenda de este año es ardua, pero tenemos la oportunidad de poner de pie a la Provincia», se ilusionó.
«No ganamos una elección para buscar las salidas fáciles y rápidas, sino para dar las batallas por el bien de todos», aclaró en un par de oportunidades durante un discurso de casi 60 minutos en el que aseguró haber «fijado un rumo» en tan solo 83 días de gobierno. Poco tiempo en el que se anotó varias victorias, como el inicio del ciclo lectivo a término, la recaptura de los hermanos Lanata y la solución del conflicto Cresta Roja.
«Pagamos los sueldos y ayudamos a que los municipios puedan hacer lo mismo. Cuidamos el empleo (…) Pasamos las fiestas en paz, con ayuda social directa», destacó.
También dijo estar dispuesta a «dar batalla al narcotráfico, la corrupción y la desidia y empezamos la reforma en la Policía» y penitenciaria, ante servicios en «emergencia». «Los policías se turnan para usar chalecos», destacó. También anunció que será obligatorios para subcomisarios para arriba la presentación de declaraciones juradas. Fue parte de un proyecto sobre transparencia y modernización del Estado.
«Empezamos a ordenar las cuentas de una Provincia quebrada. Redujimos 30% los cargos políticos y a la mitad la pauta publicitaria. Junto con el endeudamiento nos permite empezar con las inversiones», apuntó. Agradeció a la Legislatura tener Presupuesto, con autorización récord para endeudarse.
La gobernadora aseguró que su antecesor tenía sólo «el 3% del Presupuesto para invertir». Y lo acusó, sin nombrarlo, de dejarle una «deuda por 122 mil millones de pesos documentada y otros 59 mil millones de pesos más no documentados». Parte de la deuda es con IOMA, Bapro y el IPS.
Un calco de la deuda pública que Cristina Kirchner dejó con el Banco Central y ANSES, entre otros organismos públicos que usó para financiar al Tesoro Nacional.
«La Provincia recibe menos Coparticipación. El decreto del Presidente lo empieza a resolver. La desigualdad viene de hace décadas. A esto llegamos porque no se puso el esfuerzo en cuidar a los vecinos. Qué les pasó a los dirigentes. Me cuesta entender cómo no quisieron resolver esto. Yo no está acá para construir una candidatura ni para hacerme rica», señaló Vidal.
La vecina de Castelar, recibió un Ministerio de Salud con 2.600 millones de pesos de deuda («Lo mismo que se invierte en bienes e insumos hospitalarios al año»), el cual «no tenía ni avión ni helicóptero sanitario». «De haber una inundación no había botes», descató. Y anunció un plan de emergencias conjunto con Ciudad de Buenos Aires. Con Larreta e intendentes como el de Morón coordinará la llegada de 5 corredores de Metrobús.
También propuso un plan de obras en hospitales, entre ellos el Güemes de Haedo. Y prometió «apoyar la continuidad de los juicios de Lesa humanidad».
Además se comprometió a arreglar escuelas en emergencias y premiar a «los mejores promedios» con un trabajo en el Estado o empresas públicas.