El gobierno de Cambiemos en Morón repudió las consignas que fueron pintadas sobre propiedad municipal en contra del Gobierno, en el marco de los actos que, en paralelo, se realizan por el Día de la Memoria, nada menos que cuando se cumplen, este jueves, los 40 años del último Golpe Militar.
Sin nombrarlos, los funcionarios de Morón señalaron a los militantes kirchneristas, que el sábado organizaron una marcha por el circuito represivo de la Zona Oeste, pasando por las comisarías de Moreno, Ituzaingó y el predio de la antigua Mansión Seré, en Castelar. A su paso, aparecieron graffitis en la entrada de la Casa de la Memoria, donde se lee «Nunca Más», pero también «Macri=Tarifazo» ó «No al apagón mediático».
Al mismo tiempo, fue destruido el tótem que anunciaba los eventos por la Semana de la Memoria y la Vida, en la Plaza San Martín de Morón. A esas horas el Municipio hacía un reconocido homenaje al ex diputado radical Marcos Di Caprio, quien en plena Dictadura ayudó a familiares de desaparecidos a presentar hábeas corpus.
Sin más alusiones políticas, el gobierno de Cambiemos repudió «enérgicamente el acto de vandalismo». Así lo calificó. El director de DDHH, Francisco Mones Ruiz, habló de «hechos de violenci» y de «esclarecer lo sucedido». «Este tipo de prácticas, más aún cuando nuestra democracia dijo basta a la intolerancia, cuando la sociedad pide respeto», sostuvo. En noviembre, la Casa había sido atacada con pinturas («el 22 se termina el curro, le escribieron») y nadie pudo decir de dónde vino. El kirchnerismo, claro, lo asoció al macrismo. Hubo denuncia, pero no pruebas del hecho.
En Cambiemos sospechaban de que había sido un autoatentado. Es la primera vez que el kirchnerismo tiene que ver desde afuera los actos oficiales por la Memoria. Y oficialmente hicieron un vacío. «La Casa de la Memoria y la Vida, el predio de la ex Mansión Seré y el Polideportivo Gorki Grana son un patrimonio a cuidar no sólo por parte del Estado local, sino también de los organismos de Derechos Humanos, la dirigencia política y la ciudadanía en general. Es responsabilidad de todos cuidarlo», subrayó Mones Ruiz.
«Apelamos a la madurez política de algunos sectores, pero pareciera que en la Caravana por la Memoria del día sábado hubo presencia de dirigentes opositores que convalidaron este tipo de accionar, lo que se opone claramente con el ejemplo de pluralismo de la política moronense demostrado el mismo día, más temprano, durante el homenaje al Dr. Marcos Di Caprio», concluyó el director de Derechos Humanos.
Por su parte, la jefe del bloque de concejales, Analía Zappulla, se sumó al repudio: «Las pintadas realizadas durante la Caravana demuestran la falta de respeto e intolerancia por el lugar donde funcionó un Centro Clandestino de Detención y Tortura en una época oscura de nuestra historia, y que hoy se convirtió en un espacio de reflexión y de vida para todos los vecinos de Morón».
«Los concejales que fuimos elegidos por el voto popular no podemos ser indiferentes ni avalar este proceder», sentenció.