Alberto Meyer fue electo nuevamente como presidente del Deportivo Morón, ayer. Participaron 1524 socios. La lista 2 fue la más votada con 728 votos (48%); seguida de la 3, de Roque Capricciuolo, con 410 (27%); la 1, del oficiailsta Pablo Sauro, con 287 (19%); y la 4, con 94 (6%), de Quito Pizzaro.
La elección comenzó demorada por el aumento en tiempo real del padrón: es que la gestión Sauro habilitó a ponerse al día con la cuota el mismo domingo para así inflar la lista de socios habilitados para votar, que pasaron de 3.200 a 4.500.
La votación siguió pese a las quejas de la oposición. Finalmente votó mucha menos gente, pero lo hizo hasta las 20 horas, porque las mesas estuvieron mal organizadas. Se hizo por letra. Hubo mesas que terminaron temprano y otras tarde. Hubo cola de tres horas y otros, que recién llegaban a pagar las cuotas, que lo hacían enseguida.
Fue una jornada caótica, en la que el oficialismo defendía el último reducto sabbatellista. Meyer destacó que a partir de este lunes «se acaba la política» en el club y llamó a la unidad. Hoy el Gallo empieza a despedirse del campeonato. El último partido de local lo jugará ya sin chances de título.
En declaraciones a FM Pacífico, Meyer pidió disculpas por las denuncias de fraude. «Si (la elección) se ajustó a derecho, pido disculpas si alguien se sintió molesto por algua frase», dijo.
«Es una muestra del compromiso cívico del Deportivo Morón. Por eso pedí que los socios sean responsables. El club es de todos. Acá ganamos todos. No hay vencedores, ni vencidos. Voy a luchar por la unidad de todos. Hay que tirar del carro de acá en más. Se terminó la política en Morón y los gestos que dividan. Ya le abrí la puerta a todos», apuntó el nuevo presidente.
Además, apuntó al trabajo de recuperación económica: «Hay que gestionar peso sobre peso, que todo el mundo cobre. Gastar lo justo. Buscar recuperar lo que nos deben del nuevo estadio. Estamos en eso. La gente se dio cuenta y con la ayuda de mis compañeros adversarios lo vamos a logfrar».