Los trabajadores del tren Sarmiento iniciaron esta medianoche un paro de 24 horas en rechazo de 70 suspensiones dentro de su planta limpieza en el depósito de Castelar. La empresa los había sancionado por abandonar sus puestos durante un corte de luz. El paro había sido anunciado el martes.
Los trabajadores sancionados por Trenes Argentinos comenzaron a cumplir cinco días de suspensión el viernes último por «el solo hecho de reclamar mejores condiciones de seguridad», indicó el secretario de Prensa de la seccional Gran Buenos Aires de la Unión Ferroviaria, Gustavo Ibáñez.
«La huelga no se levantará. La empresa no se aviene a dialogar y no quiere negociar el retrotraimiento de la situación. Además, esos 70 trabajadores del depósito ya comenzaron a cumplir las suspensiones el viernes último», puntualizó el sindicalista.
Ibáñez también explicó que hace aproximadamente un mes esos trabajadores de limpieza demandaron a la empresa «mejores condiciones de seguridad, ya que en el depósito no hubo luz durante todo un día y, de esa forma, no se puede cumplir tareas».
Sin embargo, según el dirigente «la empresa no dio marcha atrás y, por un simple y lógico reclamo, aplicó desde el viernes las sanciones, que incluyeron a diversos delegados de base», concluyó Ibáñez, de la opositora Lista Bordó.
Trenes Argentinos Operaciones, dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación, confirmó por su parte que 350.000 pasajeros no tendrán servicios el jueves próximo por «una medida de fuerza impulsada» por Rubén Sobrero.
Un comunicado de prensa indicó que «la medida de fuerza fue adoptada a partir de la sanción impuesta por la empresa a 64 empleados de limpieza, quienes aplicaron un paro de actividades arbitrario y sin sustento el 24 de junio».
«Los trabajadores habían decidido no realizar tareas en el depósito de Castelar, con el argumento de la falta temporal de suministro eléctrico y, luego, por una supuesta falla en el funcionamiento de las canillas de los lavatorios», puntualizó la compañía.
Ante esa situación, la empresa aplicó una suspensión de cinco días a cada empleado, luego de considerar que ni «el gremio ni los delegados notificaron de manera formal la existencia de algún reclamo y, además, porque no siguieron las instancias obligatorias de conciliación para la resolución de cualquier conflicto».
«La irresponsable actitud de los delegados sindicales del Sarmiento provocará la interrupción total del servicio», concluyó.
Seguridad
La medida de mañana también puso sobre relieve el tema seguridad, tras un accidente insólito: el sábado 16 de Julio a las 22hs una formación con pasajeros, con destino Moreno arrolló, al ferroviario Sergio Garay, quien se encontraba en Castelar junto a una cuadrilla de vías y obras trabajando en el Cambio 17 «con todos los avisos y normas correspondientes», según la Seccional de la UF.
«El compañero quien fue atendido y trasladado de inmediato al Instituto Traumatológico de Haedo se encuentra con pronóstico reservado, con traumatismos varios, pulmones afectados, hundimiento de cráneo y la lamentable perdida de una pierna, más aún continúa luchando por su vida.
Esta nueva tragedia evitable que golpea en lo más profundo a los trabajadores, debido a la falta de seguridad y sistemas de control que la empresa no nos brinda y por las malas condiciones en las que trabajamos, se prestan y nos exponen a que ocurran estos tipos de accidentes», agregó el cuerpo de delegados.
Y agregó después: «En la Comisión de Reclamos y Ejecutiva del Sarmiento hacemos totalmente responsables a TRENES ARGENTINOS, y al Gobierno de Macri que le da continuidad a la falsa Revolución ferroviaria de Randazzo y el gobierno de los Kirchner, que si hubieran cumplido la promesa de instalar el sistema de freno automático (ATP), el cual permite que ante cualquier desperfecto o falla humana el tren pare -como existe en Europa desde hace décadas y ya se implementó acá en el Roca y el subte-, se hubiera evitado esta tragedia como las 52 muertes en la masacre de Once.»