Con Di Tullio y sin concejales sabbatellistas, un frente K cuestionó los 300 días de Tagliaferro

El frente «Morón para la Victoria» repasó hoy los primeros 300 días de gobierno de Cambiemos, con muchas más denuncias que autocrítica, y pidieron lanzar el Frente Ciudadano de Cristina Kichner. Pidieron hacerlo «sin mezquindades». No estaba ni el sabbatellismo, ni los concejales, ni el PJ.

La convocatoria fue lanzada por las agrupaciones Movimiento Evita, Socialismo para la Victoria, PCR, Descamisados, La Cámpora y Peronismo Militante.

El encuentro tuvo lugar esta mañana en el Bar «La Vaca Lechera» de Morón Centro, con la diputada nacional Juliana Di Tullio como invitada de un papel protagónico. La esperaba en la puerta la ex concejal Cristina Rodríguez, del Evita, a quien echaron del bloque del HCD este año cuando sus referentes se diferenciaron en Diputados del cristinismo.

En la mesa central también estuvieron el jefe del PC, Patricio Echegaray; y el ex secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, el socialista Oscar González.

La apertura estuvo a cargo de los referentes de las distintas agrupaciones, quienes repasaron un decálogo de denuncias que el kirchnerismo ha hecho sobre la actual gestión en Morón, con mayor o menor fundamento.

Así lo hicieron con el tema de los despidos en el Municipio y en el Posadas. Cristina Rodríguez marcó la primer diferencia con el sabbatelismo al recordar que la Mutual de trabajadores informales CTEP negoció con la Municipalidad la «formalización» de los vendedores ambulantes, expulsados de la estación en julio. La propuesta oficial de llevarlos a la Peatonal Sarmiento fue rechazada en el HCD por el FPV, massistas y el PS.

«Los vendedores siguen estando ilegales y en cualquier momento los van a volver a levantar», indicó la ex concejal, quien todavía maneja cooperativas del plan Argentina Trabaja, aunque con menos recursos que hasta el año pasado y pagos en «cuentagotas», según explicó a este medio.

Otro dirigente recordó que el Soterramiento del Sarmiento está a cargo «del primo de Macri», Calcaterra, aunque el contrato fue heredado de la gestión anterior y, en rigor, es parte de una UTE con otras dos firmas extranjeras. Di Tullio, insólitamente, pasó directamente a oponerse a ese proyecto.

También tuvieron en cuenta la llegada del Metrobús. «Empezaron la obra y la taparon con tierra». La obra del Parque Lineal Haedo ahora está paralizada.

En algunos casos volvieron sobre la marcha sobre casos polémicos. Fue el sabbatellismo el que operó para que la Jura a la Bandera no se haga este año en la Base Aérea, sino en la Plaza San Martín. El predio fue un centro clandestino en la Dictadura, aunque durante el kirchnerismo se lo presentó como un Polo Aeronáutico y se recibió a medio millón de personas en festivales aéreos promocionados por el Gobierno K. Tampoco se recordó que en la Base existen colegios. Este año la Base volvió a órbita Militar. A propósito, cuestionaron a la gobernadora Vidal por mudanrse allí.

Sobre DDHH también se cuestionó la contratación de Juan Hartridge, sobrino nieto (político) del Dictador Videla. «Se infiltraba en las marchas», adujeron.

Echegaray fue el único autocrítico.

Dijo que la Argentina «fracasó» y que se necesitaría un «cambio» estructural, ya que se vivió «más de subsidios que de redistribución de la riqueza». Parafraseando a un ex funcionario británico recordó: «Un obrero siempre es un obrero, un subsidiado no te crea problemas y te estará siempre agradecido».

De todas formas, dijo que «hay que pegarle duro a Macri», indicó el líder del PC, quien bogó por armar un «frente contra el ajuste».

El cierre estuvo a cargo de la diputada, muy enojada por haber recibido una boleta municipal con aumento. Residente de Castelar Norte (aunque vota en Ituzaingó), dijo que el tributo es «escandaloso» y que sus vecinos están «tristes, aunque muchos apostaron por un cambio».

Di Tullio no ahorró palabras para denunciar que el Gobierno acciona una «persecusión» contra su jefa, Cristina Kirchner, y el resto.

También sostuvo que hay «zonas liberadas» para promocionar la inseguridad. «Destruyeron todo para implementar un sistema represivo», sostuvo.

«El Gobierno creía que iba a haber inversiones, pero no las va a haber. El Mundo no quiere invertir en Argentina, sólo nos quiere como consumistas», apuntó Di Tullio.

En su apocalipsis, la diputada dijo que «sólo quedarán tres o cuatro empresas».

«Hay que despertar al pueblo, no estamos en los 90», indicó la legisladora, que «ni en aquella época», renunció al PJ.

En varios momentos se habló de «volver» y de hacerlo «para terminar o profundizar lo que se hizo, o cambiar lo que se hizo mal».

El Frente, esta mañana, no  contó con ningún concejal. El bloque es dominado por el sabbatellismo. Consultada, Di Tullio no le dio ninguna importancia, pero aclaró también: «Nuevo Encuentro no tiene ninguna hegemonía (en Morón). El FPV no tiene dueño. Hay que dejar las mezquindades».

Por su parte, Cristina Rodríguez explicó que «se invitó a todos». «Este frente lo lanzamos hace un año, para el balotaje. Y hoy somos los que estamos».