Sin ahorrarse cinismo, el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, inauguró su 21° período ordinario de sesiones del HCD, donde tomó como propias obras de Nación y Provincia, responsabilizó hacia arriba por los problemas de salud y seguridad; y hasta aseguró que tuvo superávit en 2016.
La apertura de sesiones tuvo lugar anoche en las instalaciones de la Escuela N° 1 (Las Heras 210). El intendente estuvo acompañado por su hijo Pablo, presidente del Concejo, en el tradicional discurso inaugural.
En su repaso, Descalzo habló sobre el marco económico, la inflación, el cierre de comercios y de la suba de los impuestos de provincia y Nación. Una realidad que contrastó con «un superávit de 80 millones» en el municipio muy lejano al rojo que los propios funcionarios le presentaron a la oposición para pedir un aumento de tasas superior al 35% y aprobar un Presupuesto de 2017 que estuvo desprovisto de las obras de Nación y de Provincia.
Obras con las que el municipio se publicita, a tal punto de que hace campaña como si fuera el verdadero prestador de agua y cloacas, en lugar de AYSA.
«El plan cloacal sigue adelante (…) habilitamos la primera etapa de la red en el barrio El Pilar, construimos el primer tramo de la red troncal para Villa Udaondo, terminamos las redes finas en Barrio El Encuentro y Barrio Nuevo y a pedido de lxs vecinxs reubicamos la Estación de Bombeo que (…) nos permitirá (…) seguir ampliando la red cloacal en Udaondo», puntualizó Descalzo.
«Estamos terminando la construcción de la Escuela N° 17 en Ituzaingó Sur», siguió arando, sin mediar palabra sobre el origen de esos recursos.
A dos años de haber inaugurado el Hospital del Bincentenario, el intendente recordó que la obra del PAMI no está terminada. «La empresa contratista levantó el obrador y no tenemos respuestas concretas de las autoridades», dijo. La indefinición también le preocupa a Cambiemos, que pretendía poner en funciones al nocosocomio este año, sin intervención del municipio.
El cinismo de Descalzo tuvo su punto más alto en el tema sanitario. «Hemos detectado que vecinos de otros distritos vienen a utiliazar nuestros servicios porque perdieron su trabajo y no tienen obra social», dijo. La pregunta es a qué servicio se refiere. Su gobierno bajó el hospitalito de Brandsen a la categoría de Unidad Sanitaria hace años. La sala Municipal no tiene internación, ni pediatría, y la guardia es un chiste de mal gusto.
En cuanto a seguridad se desligó: «Es responsabilidad de los gobiernos Nacional y Provincial, los municipios podemos ayudar y contribuir con recursos propios, como lo venimos haciendo desde hace muchos años, pero la nación y la provincia son los encargados de fijar políticas en esta materia».
Luego informó que continúa gestionándose la prevención con doscientas cámaras de seguridad monitoreadas desde una remodelada Sala de Situación. Y aseguró que si bien el municipio entregó a la policía local cuatro cuatriciclos para recorrer la zona de Parque Leloir, «la burocracia provincial hizo que aún no estén funcionando». Por supuesto, al final de su discurso instó a transformar la realidad a pesar de las diferencias políticas.
Insólito fue su demanda por el Código de Ordenamiento Urbano, que se modificó sólo para que haya edificios en el área central, aunque ayer dijo que «duerme hace tres años» en el HCD.
Al finlizar el acto, el concejal de Cambiemos Julio Díaz, respondió sobre un tema sensible: «Coincido en que tenemos que unirnos para pedir por el hospital para Ituzaingó. Aunque tanto usted como yo sabemos que ese hospital tenía fecha de finalización hace tres años atrás; que el precio que terminamos pagando está muy por arriba del original con que se había licitado y que también se consideraba para más adelante todo el equipamiento, cosa que no es menor. Me habló de la remodelación de la estación de trenes, aunque todos sabemos que también es una inversión nacional».