El ministro de Medio Ambiente de la Nación, Sergio Bergman, se reunió ayer con un grupo de vecinos de Villa Tesei para evaluar la situación generada desde Rousselot S.A., la fábrica de levaduras ubicada en Vergara 2532 y que es famosa por los malos olores que emana desde hace décadas.
Bergman bajó acompañado por el subsecretario de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior y referente local de Cambiemos, Lucas Delfino, y el vicepresidente del Concejo Deliberante, Alfredo Carrasco.
Los funcionarios dialogaron con la gente sobre los desechos tóxicos de la empresa. Desde el año 1997 los vecinos realizan denuncias por la fabricación de gelatina extraída de cueros bovinos , que se procesan en paletones a cielo abierto.
En el marco de la reunión, el ministro Bergman compartió con los vecinos la importancia de que todas las instituciones involucradas regulen que la empresa.
En este sentido aseguró: “Agradezco a los vecinos por actuar y hacer valer sus derechos. Trabajamos productivamente para que cuidar el ambiente sea no solamente un compromiso nuestro, sino la garantía de que nuestros hijos se desarrollen en un espacio saludable. Por eso, tenemos mucho trabajo por hacer en Hurlingham.”
Por su parte, Delfino habló de la necesidad de llevar adelante medidas y cambios de fondo que resuelvan de una vez por todas la dramática situación de quienes viven los vecinos de Villa Tesei.
En este sentido, remarcó la importancia de la presencia por primera vez de un ministro de Ambiente. «Nos entristece escuchar que los vecinos sufren enfermedades a causa de los olores nauseabundos, o que los avergüence recibir invitados en su propia casa. Por eso, La eliminación de los olores y la buena calidad de vida de los vecinos son una prioridad”, concluyó.
“El ministro se interesó por el problema. Recibimos a todos los que nos quieran dar una mano para que de una vez por todas la fábrica Rousselot tome la decisión de hacer las cosas como corresponde o que directamente se trasladen a otro lugar ”, afirmó Oscar Cragno, uno de los vecinos afectados.
En una entrevista con Estación Central, Cragno relató una experiencia que pinta la profundización del conflicto, así como la actitud de las autoridades de la firma. “Habíamos cortado el diálogo con la empresa, pero desde la Municipalidad nos pidieron que acompañáramos a los inspectores, incluso con dos técnicos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, en una recorrida. Y entramos todos y vimos las obras que prometieron y que teóricamente están en un setenta por ciento cumplidas, pero vimos cosas que nos dejaron estupefactos, como la presencia de tres contenedores de la empresa Chemical que contienen barros a cielo abierto, llenos de grasa. A tal punto que debió labrarse un acta».
«Muestran recintos que dicen cerrados, pero que están con lonas plásticas que no dan resultado contra los olores. Dicen que colocarán biofiltros, pero vemos gestos como estos que creemos no conducen a nada bueno», analizó.
Respecto a esas “mejoras” que Rousselot plantea eliminarán los malos olores, Cragno indicó que “son las mismas que incluso le prometieron al intendente Zabaleta. Dicen que con ellas el olor va a desaparecer, pero con lo que vimos sería insólito que eso pudiera pasar. No entendemos las cosas que hace la empresa. Después de explicarle al ministro el proceso de la fábrica, nos dirigimos a la planta, pedimos por el gerente general. El ministro se presentó y le dijeron que para hablar con Lucas Raimondi debía pedir una entrevista. No hay buena voluntad para recibir a un ministro de la Nación, u ocultan algo”.