Luego de negarle el quórum a la sesión que el martes pasado debía tratar el convenio colectivo de trabajo acordado entre el gobierno de Morón y el Sindicato de Trabajadores Municipales, los bloques de concejales del Frente Renovador y FPV buscaron, por cada lado, iniciar la senda de la negociación.
«Pregonamos la libertad sindical y la libre agremiación y, en tal sentido, convocamos a todos los representantes a generar ámbitos de consenso», sostuvo Hernán Sabbatella, luego de reunirse con Pablo Salvo, secretario del STMM. El kirchnerismo había rechazado de plano el convenio, que debe ser homologado por el Concejo (ya lo hizo el Ministerio de Trabajo) por entender que debían incorporarse opiniones de otros gremios no reconocidos en la ley.
También el massismo sugirió que se debía abrir la discusión, «más allá de lo legal, por un tema de legitimidad» de representación de otros gremios como el SETMM, CTA o la Cicop, que no tienen el piso de afiliados requeridos, personería jurídica o injerencia en el ámbito municipal.
Lo que el oficialismo había aceptado sobre el límite de la labor parlamentaria, era enmendar la situación de los médicos del municipio, que se rigen por su propio estatuto y eran «vulnerados» por el nuevo Convenio. Eso hizo bajar al recinto al socialista Favio Martínez y al gastronómico Domingo Bruno, pero no al resto. El edil massista no participó de la conferencia que hoy realizaron sus compañeros, aunque no implicó aún la ruptura.
Martín Marinucci, Jorge Laviuzza, Marcelo Díaz y Marcelo González explicaron que faltaron a la sesión para no dar quórum y evitar que el convenio laboral se aprobara. Objetaron una veintena de artículos, pero luego acordaron que «con 4 o 5 cambios esto se puede sacar dentro de 15 días».
«Jamás nuestro bloque irá en contra de un trabajador y menos de un trabajador municipal. Sabíamos que era un convenio sumamente importante, de hecho el más importante de los últimos veinte años y por eso debíamos ser parte de la discusión junto a otras organizaciones gremiales. Pero el intendente Tagliaferro dejó durmiendo este convenio en un cajón desde el 30 de diciembre, cuando lo firmó», sostuvo hoy Marinucci.
También advirtió que el Convenio señala que «el municipio tiene la facultad de ejercer un sistema de control sobre el personal trabajador», donde dice que «el control del personal femenino debe hacerlo personal de su mismo sexo». «Creo que va más allá de revisar solamente bolsos o carteras», objetó.
También dijo que «hay derechos que avasallan al trabajador. No puede tener más validez el título secundario de un jefe que está en un escritorio que el de un trabajador. Ambos tienen el mismo título pero su jefe tiene un 20% de bonificación y el trabajador un 5%».
No se comunicaron avances de la charla del FPV con Salvo, a quien le cuestionan hasta su cargo, por la polémica re-elección (judicializada) de 2015.
Cambiemos había salido a cuestionar con dureza la «cobardía» y «especulación electoral» de los que negaron el quórum. Y no pudieron cerrar una acuerdo que implicaba varias mejoras para los municipales. Entre ellas la instauración de la Carrera/Escalafón municipal junto con la creación del Instituto de Capacitación Municipal.
También el Convenio reconoce la antigüedad del 4% y las licencias se extenderán según corresponda en cada situación. Las licencias se contarán en días hábiles y no corridos.
El Municipio no podrá tener a un empleado en periodo de prueba por más de un año ni más de 20% de la planta en esa condición. Y se otorga un plus del 5% del sueldo básico por título secundario para las categorías no jerárquicas y se suma a las nuevas bonificaciones por tareas de riesgo, insalubridad, jornada nocturna, actividad crítica y tarea penosa.
Se incorpora anticipo jubilatorio para aquellos trabajadores que no cumplieron con los 30 años de servicio. Se establecía el 16 de agosto como el “Día del Trabajador de Morón”.