El Gallito consiguió el título ante Platense y volvió al Nacional tras 17 años de frustraciones

Deportivo Morón consumó anoche el esperado ascenso al Nacional B. En un torneo casi perfecto en el que se esfumaron rápido los fantasmas, vivió un noche  de fiesta en el Urbano ante Platense. Lo superó 2 a 1 con goles de Díaz y el Bicho Rossi; y se coronó campeón cuatro fechas antes del final.

Pasaron 17 años para que el gigante del Oeste abandonara la Primera B Nacional. En estadio nuevo, ante 25 mil personas, el más ovacionado fue el DT, Walter Otta, quien logró enderezar el rumbo de un equipo que, aún con nombres, no daba la talla. También fueron muy aplaudidas las estrellas: Damián Ákerman, el goleador del club y único sobreviviente del plantel que dejó escapar el ascenso en cancha de Defensa y Justicia en 2006, Rengo Díaz (autor de un golazo, el primero), el arquero Milton, Gerardo Martínez (que no pudo ser citado por enfermedad) y Emiliano Mayola.

El presidente, Alberto Meyer, quien también dirigía al club en 2006, fue el gran artífice de todo. Tomó un club en llamas hace un año, endeudado y con graves hechos de violencia y corrupción, y lo enderezó tan rápido que ya piensa en la Primera División. El equipo casi que no tuvo rivales y sólo surgieron insultos en la noche mágica del Urbano cuando algunos desmemoriados encendieron bengalas, a pesar de los pedido de la dirigencia.

En ese mismo momento Platense lograba descontar. Se temía una suspensión del estadio. Hubo un cordón policial para evitar que los hinchas invadieran el campo de juego. Un operativo de 400 agentes, entre policía e infantería. La fiesta siguió en la Plaza de Morón, donde se izó la bandera.

El partido se abrió rápido, con un Morón que salió con todo. Rodrigo a los 5 minutos del primer tiempo la clavó en un ángulo; y Javier Rossi, a los 14, sacaban ventaja. El suspenso llegó cuando Luis Quiroga, también de tiro libre por encima de la barrera, acercó a Platense. Pero sólo eso fue.

En la noche de gloria, el campeón formó con Milton Álvarez; Cristian Broggi, Valentín Perales, Emiliano Mayola, Nicolás Martínez; Nicolás Ramírez, Cristian Lillo, Emmanuel Giménez, Rodrigo Díaz; el emblemático Damián Akerman y Javier Rossi.

La consagración anticipada se dio porque el equipo terminó este trigésimo cuarto capítulo con un total de 63 puntos, consecuencia de 17 triunfos, 12 empates y apenas tres reveses, con 45 tantos en su favor y sólo 19 en contra, lo que hace una diferencia de gol de 26.

Foto: O. Abades

Foto: O. Abades