Luego de tres días de toma de la fábrica de Envases del Plata, en El Palomar, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, lo que permitió que los 25 cesanteados vuelvan a sus puestos, al menos hasta que la gerencia se junte con los dirigentes de la Unión Obrera Metalúrgica.
La resistencia obrero congregó a sindicalistas, como también dirigentes de la izquierda y el PJ. Según el gremio, la empresa quería que los despedidos, quienes efectuaban labores de mantenimiento en uno de los sectores de la planta, pasaran a hacerlo en otras dos áreas, lo que privaría de tareas y horas extras a otros. En paralelo, aseguraron que, detrás de esta medida, se esconde la intención de tercerizar el servicio.
En tanto, el delegado Agustín Colovos, sintetizó: “No pedimos grandes cosas, sino trabajar y ser felices con nuestras familias”.