El Municipio de Morón se adaptó al Programa de Tobilleras Electrónicas para controlar los cercos perimetrales que la Justicia le impone a los hombres acusados de violencia de género. Según se explicó, se le coloca un dispositivo de GPS a los agresores, que es rastreado desde el Centro de Operaciones y Monitoreo municipal. En caso de incumplir las restricciones perímetrales, automáticamente se asiste a la víctima y además se envía un patrullero al paradero del trasgresor.
“Anticipar la situaciones de violencia es prioridad y la implementación de tecnología es una herramienta que va a seguir potenciando nuestro trabajo en el área de género”, remarcó el Intendente, Ramiro Tagliaferro, que presentó el dispositivo en las redes sociales oficiales.
Estas son las tobilleras electrónicas que usaremos para monitorear a los hombres procesados por violencia de género.
‼️ Controladas desde el COM
⛔️ Se activan con la violacion de la medida perimetral #NiUnaMenos también es compromiso y política pública. pic.twitter.com/KSYCsZbwXS— Ramiro Tagliaferro (@rctagliaferro) April 6, 2019
¿Cómo es el proceso? Cuando el hombre se ubica a 1.000 metros de distancia de la víctima, se activa una alerta y se lo advierte para que cambie la dirección. Si continúa acercándose y se encuentra a menos de 700 metros, automáticamente se asiste a la mujer enviando un patrullero al lugar donde se encuentre el acosador.
La tecnología de las pulseras permite detectar si pierden contacto con la piel, y son supervisadas en tiempo real, en un trabajo articulado entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Dirección de Políticas de Género, como por el servicio de Penitenciaría de la Provincia. Además, en los casos que haya un nuevo intento de agresión, le permite a la Justicia considerar todos los datos del GPS como prueba de intención por parte del procesado por violencia de género.