De campaña en La Matanza: Cristina culpa al FMI por el deudamiento y pide revisar «precios y márgenes de ganancia»

La candidata a vicepresidenta por el Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, presentó hoy su libro en la Universidad nacional de La Matanza, donde aseguró que «el punto de inflexión del gobierno fue cuando decide ir al Fondo».

Que «nadie les mienta haciéndoles creer que el fracaso de esto es por la impericia o inutilidad o incapacidad de un presidente», sostuvo la exmandataria, que en su segundo mandó liquidó reservas, aún con cepo, para sostener un dólar barato. El déficit de su gestión, contra el superávit primario de la de Néstor, y el crecimiento de la pobreza y de la asistencia social social hablan por sí mismos, aún pese al oscurantismo del INDEC intervenido de su era. Al próximo gobierno, probablemente de Alberto Fernández, le tocará seguir haciendo el trabajo sucio. De ajuste queda bastante.

Es curioso, porque durante tres años la oposición acusó a Macri de hacer un «ajuste brutal» cuando lejos estuvo de parecerse a sus antecesores justicialistas o de Alicia Kirchner en Santa Cruz. Tampoco despilfarró como Mariano Arcioni. El gradualismo llegó a su fin el año pasado y las consecuencas de no intervenir el mercado de cambio fueron drásticas.

La receta, según Cristina, pasará por «revisar precios y márgenes de ganancia». Su candidato piensa más en cuidar las reservas y preservar al Estado de más déficit. Empiezan a sonar ya los rumores sobre la vuelta de las cuasi monedas. Aún sin los niveles de pobreza que había en 2002, el peronismo estudia la manera de ajustar el Estado al extremo.

Cristina se posa sobre la crisis económica para convencer a los convencido de que todo estaba mejor, inclusive la seguridad o la Justicia cuando estaba en el poder. «Ellos, que vinieron en nombre de las instituciones, las avasallaron todas». Sobrevuela (sin que nadie los desmienta) la posibilidad de reforma constitucional y salida de los procesados K.

«El Congreso casi ni funciona. A nosotros nos acusaron de que era una escribanía. Ahora, ni abre. Todas nuestras medidas, pasaban por el Congreso», precisamente porque disponía de mayoría parlamentaria, como todo gobierno del PJ.

“Nunca más se dejen engañar”, concluyó, mientras Alberto cambia el spot de la heladera por el sueño del «milagro de Portugal», que ajustó al punto de suprimir los aguinaldos y vivió años de prestado, para por fin crecer a 1.8 puntos de PBI.

El acto tuvo lugar en el Salón de las Américas de la Universidad Nacional de La Matanza, ubicada en la localidad de San Justo, donde la exmandataria estubo acompañada por el candidato a gobernador bonaerense Axel Kicillof, su vice, Verónica Magario, intendenta de ese distrito y el diputado y candidato a intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

«Escuchamos todos lo que hoy nos dijo Cristina y lo que está experimentando nuestro país. Pero sabemos que faltan cinco semanas para las elecciones y para que las urnas digan que la Argentina tiene que transformarse», dijo su alfil provincial.

“Hemos hecho una campaña sin responder provocaciones, ni atacar a nadie. Hemos hecho una campaña escuchando a los bonaerenses. Es una campaña pero es como queremos gobernar la provincia. Queremos una provincia que crezca y que se desarrolle. Queremos un gobierno que vuelva a creer en la justicia social, les venimos a pedir que nos acompañen hasta el 27 de octubre como lo vienen haciendo. No es con egoísmo, no es pisando cabezas, es con solidaridad”, expresó.

Por su parte, la candidata a vicegobernadora, Verónica Magario, subrayó que tras el discurso de Cristina “nuevamente veo alegría y ganas de poder encontrar un camino todos juntos”. Magario enfatizó que “va a ser posible reflotar el trabajo, vamos a trabajar en educación y salud, porque queremos poner esta Provincia de pie, reactivarla”.