El próximo domingo no sólo se define la elección nacional y provincial, sino también los próximos cuatro años de gobierno en Ituzaingó. Alberto Descalzo busca la sexta reelección, tras un período signado por la trampa política, frente al candidato de Juntos por el Cambio, Gastón Di Castelnuovo, que fue segundo en las PASO.
El último cacique del Conurbano y del PJ bonaerense está cerca del retiro. No pudo encabezar la lista seccional, pero evitó tener internas en agosto y se posicionó como el candidato más votado, aún cuando el desgaste de la gestión es evidente. Sobre el filo de su mandato finalmente pudo inaugurar una guardia en el Hospital que hizo el PAMI, en la esquina de Brandsen y Roca, donde hace 16 años pusieron la «piedra fundamental».
Para eso cerró la Salita de Brandsen, a la que le habían bajado el rango de Hospital en 2009. Hoy, en plena campaña, Descalzo se tiene el tupé de pegar carteles sobre el cuidado de la salud. En 24 años no supo, no pudo o no quiso tener un sistema municipal acorde. Hoy sigue faltando una maternidad. Es lo mismo que antes, más grande.
Descalzo cerrará la campaña el jueves, coincidentemente con el aniversario °147 de la Ciudad. Se celebrará a lo grande con un show en la Plaza 20 de Febrero. Como lo viene haciendo en otras plazas. Más circo que pan. Efectivo a los ojos de la pasada elección.
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— Darío Albano (@albanodl) October 23, 2019
La crisis, la unidad peronista, le permitieron fortalecerse. Pero cuando le toca perder no pierde. Ni en 2013 ni en 2017 perdió el control del HCD, como debió haber sido. Y en 2015 su amigo Osvaldo Marasco el vendió la elección. Hoy ese lugar lo ocupa otro apellido conocido para la clase media: Di Castelnuovo. Es el único que puede «terminar con 24 años de los mismo», como reza en el último tramo de su campaña.
Claro que para eso tendrá que fiscalizar mejor. Además, disputarán el voto opositor dos alfiles del intendente: Osvaldo Marasco por Consenso Federal y Sandra Rey por Ituzaingó Positivo. Los otros candidatos a intendente son Rubén Maldonado, del FIT; y Nadia Cardozo, del Frente de Nos, que asombrosamente superó el fitro de las PASO.
Como otros intendentes del PJ, Descalzo hizo la plancha cuatro años y adoptó un fuerte tono opositor, como Ruckauf en 2001. El exgobernador lo llevó como ministro de Seguridad. Duró poco y nada. Ruckauf voló como De la Rúa al asumir Duhalde.
Cierre de campaña de la primera sección electoral con la presencia del futuro presidente de la nación @alferdezok. El domingo tenemos la posibilidad de sacar a este Gobierno neoliberal que tanto dolor trajo a l@s argentin@s. Explotemos las urnas 🗳 a favor de la #Argentina 🇦🇷 pic.twitter.com/BNQheP3LwA
— Alberto Descalzo 🇦🇷 (@AlbertoDescalzo) October 22, 2019
Di Castelnuovo pudo repuntar con su campaña los últimos días, con presencia en la calle y en medios nacionales. Anoche se anotó en el debate de «Intratables», aunque no pudo hablar de su distrito. «El principal reclamo que recibimos en todos los barrios es por la seguridad», afirma. «También hay demandas por infraestructura, calles de tierra y lugares olvidados, principalmente donde la pobreza es estructural: faltan cloacas, no hay agua, ni asfalto», dice. Ni Menem, ni Néstor ni Cristina llegaron ahí, pero ganaron con esos votos. Es cuestión de que la clase media se haga escuchar.