Enojo en ATE Posadas por la paritaria en 6 cuotas que cerró Nación, del 35%: «Esperábamos algo más que aplausos»

La paritaria que el gobierno cerró con los estatales, en torno al 35% pero en 6 cuotas (la última en febrero 2022) no cayó para nada bien entre las bases, luego de que hace apenas un par de semanas se concentraran a los pies del hospital Dr. Alejandro Posadas los principales referentes de ATE y de los centros de Salud de índole nacional, en reclamo por «condiciones dignas de trabajo».

«Es muy compleja la situación. No ha caído bien este cierre de paritarias, debido a la necesidad de los trabajadores. Tenemos un problema grave con la inflación y teníamos otra expectativa. Tenemos que acompañar en este tiempo de pandemia, pero la gente está enojada con este 35%. Estábamos esperando no solamente aplausos, sino la decisión política de mejorar los salarios», sostuvo este viernes el secretario de ATE Morón, Darío Silva, el dirigente con más ascendencia entre los empleados del hospital de Villa Sarmiento.

El Posadas quedó en una suerte de isla en el AMBA, rodeado por centros sanatorios privados, provinciales o municipales. «Pasamos de ser los mejores pagos a estar muy debajo de lo que pagan en Ciudad y hasta en la Provincia», explicaban sus trabajadores en una asamblea, a metros del nosocomio.

La realidad es peor aún si se comparan con los hospitales «autogestivos», que contratan monotributistas pero les pagan casi el triple. Dicen que es lo que sucede en el hospital que el PAMI maneja en Ituzaingó, desde que La Cámpora desembarcó en el instituto de los jubilados y se hizo cargo por la pandemia.

-Silva: ¿Esperaba una pelea salarial más importante?

– Acá tuvimos una reunión con referente de hospitales nacionales, con Cachorro Godoy, no sólo por la paritaria, sino para organizar el sector de nacionales. La pelea no es sólo salarial. La reunión se hizo pensando en el futuro de las condiciones de trabajo. Creo que hoy más que nunca vamos a seguir en esa línea de construcción para reclamar por un salario digno, que no esté por debajo de la línea de la pobreza. Y en noviembre, cuando nos volvamos a sentar para discutir salarios, vamos a ver los resultados de estas reuniones.

La pelea no es sólo salarial. También sanitaria y política. Los trabajadores discuten entre ellos. Algunos llegan a la conclusión de que es más difícil sacarle algo a un gobierno peronista que a uno de otro signo político. «Esto viene desde la Alizanza», dicen. «Con Cristina fue mucho peor», objetan. Lo cierto es que ven una «política de reducir salarios» en la órbita del Estado nacional.

Para colmo, está implícita la batalla electoral. Y contra el Covid19. Tampoco lo van a decir públicamente, pero hoy los empleados del Posadas tienen que elegir a quiénes le ponen el respirador. «Muchos mueren sin llegar a la terapia intensiva». A veces los pacientes llegan tarde. Igualmente ya no hay lugar.

-¿Cómo está el hospital en esta segunda ola?

– Es un momento duro. Hay compañeros que se están contagiando. Se necesitan ingresos en enfermería, limpieza, técnicos y administrativo. Hay casi 600 licencias hoy. Los compañeros hacen un esfuerzo muy grande para cubrir sectores. No alcanzan los brazos. Hay agotamiento y estrés. Los familiares de los compañeros que fallecen…. todo eso hace que la diaria sea complicada. Así y todo se le sigue poniendo el pecho. Las terapias funcionan a full. A veces hay dos o tres enfermeros para 16 camas de UTI. Hay que ponerle el pecho a la pandemia, pero le pedimos al Estado empleador que tome nota del esfuerzo de los trabajadores y al menos atienda necesidades básicas.