La Comisión Provincial por la Memoria cuestionó a Berni y a la Justicia penal por la violencia policial: «Es algo endémico»

Tras el acto realizado el sábado pasado en González Catán, a un año del homicidio de Lucas Verón, el joven de 18 años que fue asesinado por una pareja de uniformados del Comando de Patrullas de la Policía bonaerense de La Matanza, la directora general de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), Sandra Raggio, aseguró que existe en la fuerza y en la justicia penal un «entramado» que encubre los casos de violencia, cuando son orientados contra determinados grupos sociales, aunque no siempre son expuestos como en este caso (los autores materiales esperan el juicio oral).

A los pocos días del hecho, la CPM intervino como asesora legal de la familia de la víctima y logró apartar tanto a la Policía bonaerense como al fiscal original de la causa, Juan Pablo Tahtagian, a quienes se investiga en otras 2 causas.

«La Fiscal General de San Martín está investigando esa otra causa; pedimos su desarchivo y está nuevamente abierta. También hicimos la denuncia contra tres policías por una serie de maniobras que se realizaron después del hecho para desviar la investigación y plantear que hubo un robo con persecución. Sabemos que eso es falso, pero así vemos toda la trama policial. También pasó en Monte, lo hicieron pasar como un accidente», contó hoy Raggio, en diálogo con el programa Estación Central (Mpquatro radio).

En la madrugada del 10 de julio del 2020, Lucas y cuatro amigos pasaban el rato en el living de su casa. Alrededor de la 1:30 AM, junto a Gonzalo salieron en moto a comprar más gaseosas a un quiosco del barrio Villa Scasso.

En el recorrido se cruzaron con un móvil del Comando de Prevención Comunitaria de González Catán. «Sin dar la voz de alto, con las luces y sirenas del patrullero apagadas (sic CPM), los efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires comenzaron a perseguirlos y dispararles». En la esquina de Achegas y Llerena, la camioneta los embistió por detrás, los jóvenes cayeron al suelo e intentaron alejarse corriendo. Ezequiel Benítez disparó al menos dos veces, una bala le atravesó el pecho de Lucas y lo mató.

Los policías Benítez y Cintia Duarte huyeron del lugar sin dar aviso de los hechos.

La causa fue elevada a juicio en septiembre y está a la espera del sorteo del tribunal. Los dos agentes fueron desafectados de la fuerza y detenidos, imputados como coautores del homicidio agravado y en «tentativa» de un amigo.

¿Por qué pasa esto en la Provincia?

SR: El caso de Lucas no es un caso único. Muchas veces no se llega a investigar. En este caso el encubrimiento no fue exitoso porque se intervino rápidamente, la tía de Lucas es de SUTEBA La Matanza. Esto da cuenta de que no sólo hay manzanas podridas. Hay algo endémico. La pareja Duarte y Benítez ejercía violencia sobre otras personas del barrio. Lo mismo que en Monto, cuando empezaron a hablar después. Estas muertos son el corolario de prácticas sistemáticas. Si hay encubrimiento es porque son prácticas arraigadas. Muchas veces ni siquiera la familia se atreve a ir contra el relato. Lucas Verón es un caso que expresa una práctica de la Policía, hacia adonde se ejerce el control y la violencia. Por qué perseguían una moto, si sabían que estaban escuchando música. Qué buscaban. Un despropósito absoluto que se explica por esta estructura que es necesario cambiar en la Policía, y también en los fiscales, que están muy entramados con el poder policial. Ello son los que arman las causas y los fiscales son los que luego convalidan.

¿Hasta dónde llega la responsabilidad política?

El ministro (de Seguridad bonaerense, Sergio) Berni no actuó con la contundencia habitual. No se lo vio preocupado por estos casos, diciendo que no iba a permitir. Con lo de Facundo Castro sigue sosteniendo el relato policial, lo mismo que la Justicia. Los jueces están muy cuestionados por los organismos de Bahía Blanca. Pero Berni sigue diciendo que no hay elementos que inculpen a la Policía, cosa que no es cierto. Lo único que hay habla de una desaparición seguida de muerte. Hay varias denuncias contra el fiscal y la jueza. Y si falta prueba es porque ellos se encargados de obturarla. Hay una trama de encubrimiento. Si fuera ministro de Seguridad estaría más preocupado que nadie por saber cuál fue el rol de la Policía y no al revés.