Luján prohibió la peregrinación gaucha a caballo: El Rodeo de Moreno cuestionó la decisión, a pocos días de la celebración

Luego de varios años de polémica y con enfrentamiento entre los rodeos, tradicionalistas y protectores de animales, el intendente de Luján, Leonardo Boto (Frente de Todos), decidió prohibir la peregrinación gaucha (a caballo) a Luján.

La resolución se conoció el 8 de septiembre, a menos de 20 días de que se lleve a cabo el evento. La marcha se realiza desde 1945 y solo no se realizó el año pasado por el Covid-19. A partir este año, se hará un desfile a caballo el domingo 26 y solo podrán participar centros tradicionalistas. Se montó un operativo de seguridad para evitar que lleguen jinetes o carros tracción a sangre.

Esta medida provocó un amplio rechazo en los centros tradicionalistas que señalan que el municipio “no respetó un acto de manifestación de fe hacia la Virgen y que rompe con una tradición que viene desde hace más de 75 años”.

“Seguiremos luchando para que esto no muera. No vamos a arrear la bandera de la peregrinación”, dijo Rodolfo Fernando Asín, presidente del Círculo Criollo “El Rodeo” de Moreno (cuenta con 250 socios) al diario La Nación.

Junto con el Círculo Criollo Martin Fierro de Jáuregui son los encargados de organizar la marcha. Con 72 años y más de 50 peregrinaciones, Asín cree que Boto “se escuda en la seguridad para suspender un evento que se viene esperando con ansias, luego de que el año pasado por la pandemia no se pudo realizar”.

En el municipio de Luján indicaron que lo que se va a hacer es una reconfiguración de la celebración «para resguardar la seguridad de los peregrinos y de los vecinos y para preservar el estado de salud de los animales que recorren largos trayectos”. También había varios proyectos en danza al proyecto. El problema no son los rodeos, sino la peregrinación que expone animales mal alimentados a cruzar todo el Conurbano tirando de carros.

El problema no sólo es el viaje, resguardado por algunos voluntarios proteccionistas y municipios como Morón, sino también las peleas que se suscitan en el potrero donde pasan las noches los visitantes, previo a la misa.

“No nos pueden coartar la libertad de cultos. Hemos tenido reuniones previas con funcionarios municipales pero el intendente nunca participó. Les explicamos cómo se podían solucionar las cuestiones de seguridad y sanidad que ellos planteaban. Sin embargo, no nos escucharon y sin consultarnos sacaron la resolución”, indicó Asín.

Reconoció que en las últimas ediciones se sumó gente “que no era del palo” que iba en sus carros, con animales en muy malas condiciones. “Es ahí donde deben actuar y trabajar las entidades públicas. Hablan de falta de seguridad y de bienestar animal pero con esto demuestran su incapacidad para hacerse cargo del tema y van por la más fácil que es prohibir nuestra peregrinación. La marcha no se debe parar, solo deben realizar controles pertinentes para que no haya maltrato animal”, señaló.

Por su parte, en el municipio indicaron que lo que se va a hacer es una reconfiguración práctica de la fiesta para resguardar la seguridad de los peregrinos y de los vecinos y para preservar el estado de salud de los animales que recorren largos trayectos”.

“Se ha reconvertido y el tradicional desfile, que es el evento más importante, se va a realizar en una fecha a programar”, dijeron fuentes consultadas.

En este sentido, señalaron que “no se permitirá la circulación por tracción a sangre ni en animales montados. Se labrarán multas y se procederá al secuestro de equinos, de acuerdo a la normativa vigente, no solo en el distrito de Luján sino también a su paso por municipios vecinos”.

Según remarcó Asín, hubo organizaciones proteccionistas de animales que dieron una visión tergiversada e influyeron en la decisión del intendente. “No tienen el mínimo conocimiento de cómo tratamos a los caballos, lo que significa el animal para nosotros. El gaucho argentino ama su caballo. Los peregrinos somos gente de a caballo, que empezamos a prepararnos mucho tiempo antes para este evento, preparando nuestras mejores pilchas”, contó.

Indicó que en la última marcha de 2019 hubo más de 3000 caballos. “Nos duele mucho y nos golpea fuerte, porque no saben de la importancia y el sentido que tiene la peregrinación para nosotros. Después de dos años por la pandemia, era un desahogo y un alivio volver a ver a la Virgen. Es una tradición que viene de nuestros abuelos”, señaló.

Por último, Asín dijo que pedirán un audiencia con el gobernador, Axel Kicillof, y con el arzobispo metropolitano de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, para lograr que se revierta la medida municipal para las próximas ediciones.

“Vamos a buscarle la comba al palo y darle una solución a este tema que nos tiene muy mal”, finalizó.

En ese contexto, el concejal de Luján Gustavo Trindade (JxC) elevó un proyecto repudiando la decisión de la comuna y expresó: «Dejaron la tradición y la fe de lado».

Fuente: La Nación y Mpquatro