Mientras Ramos Mejía ardía de bronca por el crimen del kiosquero, el intendente, Fernando Espinoza, cantaba con Los Palmera y bailaba en Rafael Castillo junto a Karina La Princesita. La cantante de cumbia no soportó las críticas en redes sociales y deslizó entrelíneas que fue casi obligada a tener que mostrarse con el también candidato a concejal del Frente de Todos, en un festival armado para darle alegría al cierre de campaña.
El crimen fue el domingo, pero el show de todas formas continuó, no sólo en el escenario sino en las redes del intendente, que posteó y luego decidió bajar de su cuenta oficial de Twitter (el municipio no tiene) las fotos de ese espectáculo que fue financiado con recursos públicos, con la excusa de la Primavera (que no se corrió como las elecciones y llegará puntual el 21 de septiembre).

«Yo no me sumé a ninguna campaña. Entré a lo que era un camarín y estaban las cámaras», se descargó la cantante, en sus redes sociales, ante las críticas.
«Y yo soy sincera y voy al frente pero no soy idiota. Hay cosas de las que no voy a opinar. Y el mismo mecanismo que usan algunos programas de TV que te invitan y ‘si no vas te destruyen’, se usa en varios lados. Ojalá comprendan mi mensaje y se la agarren con quien corresponde», resaltó.
«La usaron. Debería estar enojada con esa gente que la engañó. Te están cagando, mi amor», respondió Mariana Brey, haciendo alusión a las fotos de la cantante con la bandera del municipio.
«Ella como artista puede llevar su música donde quiera. ¿La culpa es del político que destina fondos en eso?», opinó Pía Shaw.
«Esa foto con la bandera no es sorpresa. Sí, puede haber cruzado con algún político en el camarín porque son muy cholulos. Pero esa con la bandera no», destacó Ángel De Brito, quien además dijo que «Karina ya no es una niña inocente».
Esta no es la primera vez que Karina se ve envuelta en una polémica con la política. Un mes atrás, fue acusada en las redes de haber cobrado una fortuna para participar de un show que se brindó de forma gratuita en el Gran Buenos Aires, y estalló furiosa en Twitter: «Me tienen las bolas infladas».
La ídola tropical explotó al leer varios comentarios en los que hablaban de la supuesta suma de dinero que ella habría cobrado para cantar, el último domingo, en los festejos por el 72º aniversario de San Francisco Solano, en Quilmes.