Sin perder tiempo, los intendentes K empezaron a negociar una reforma que permita volver a las reelecciones indefinidas

Con las ínfulas de la recuperación de votos que le permitió al Frente de Todos evitar una catástrofe electoral peor y, de yapa, empatar en bancas el Senado Bonaerense, los intendentes empezaron la campaña de cara al 2003 con un pedido franco al Gobierno: Una contrarreforma que los habilite a las reelecciones indefinidas. De no modificarse la Ley Orgánica de Municipios, no podrán ser candidatos aquellos jefes comunales que fueron reelectos en 2019.

El lomense pejotista y actual Jefe de Gabinete de la Provincia (se incorporó tras la catástrofe de las PASO) Martín Insaurralde fue a la Casa Rosada para mantener un encuentro con su par nacional Juan Manzur, donde se repasó la performance electoral. Antes, el propio jefe de ministros de la Nación mantuvo una reunión con un puñado de intendentes del conurbano, todos viejos lobos: Alejandro Granados (Ezeiza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Juan José Mussi (Berazategui) y el diputado nacional electo y ex intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, donde analizaron el resultado de las PASO.

Se habló de sostener la “territorialidad” en la gestión y se empezó a diseñar políticamente como llegar a la elección 2023, donde empieza a perfilare la idea de que el Frente de Todos vaya a internas para definir a sus candidatos y candidatas.

De ese grupo, sólo Descalzo quedó detrás de Juntos, aunque por un mínimo margen.

“Si hubiésemos tenido más tiempo, el resultado hubiera sido mucho mejor. Ahora tenemos tiempo, vamos a seguir trabajando y estas cosas coordinarlas con el jefe de gabinete, articular el trabajo territorial, estar con la gente y que nos escuchen a nosotros. Porque durante un largo tiempo estuvieron escuchando a determinados medios que nunca nos favorecen”, dijo.

Su caso es emblemático: Fue electo en 1995 y desde entonces nunca salió del distrito, salvo un breve paso por el Ministerio de Seguridad con Carlos Ruckauf.

La estrategia de cara al 2003, nueva alianza entre barones y Rosada, es tan clara que hasta el intendente de Morón, Lucas Ghi, que no necesitaría contar con una contrarreforma para presentarse a elecciones y que además estaba a favor de la actual Ley, salió a cuestionar la reforma aprobada en el 2017. Entonces fue un acuerdo entre Sergio Massa y María Eugenia Vidal el que fluyó. Incluida la imposibilidad de tener varios cargos en el Estado, cosa que se retrotrajo al mes (se permite, siempre y cuando se cobre un solo sueldo).

“Anoche se tocó este el tema (de las reelecciones indefinidas de los intendentes) y concluimos en generar un espacio de debate donde podría surgir una propuesta que sea discutida en la Legislatura bonaerense”, señaló el intendente de Morón en declaraciones a la AM750.

Ghi argumentó que “a nadie se le ocurre que la democracia alemana esté condicionada y distorsionada porque (Angela) Merkel estuvo 18 años como primera ministra”.

“La democracia no solo supone la alternancia”, enfatizó Ghi.

Creo que entre los espacios a debatir ese tema tiene que ser uno, qué tipo de democracia queremos y si la reelección supone un elemento clave para la vitalidad democrática que es la elección libre tiene que estar restringida o no”, expresó.