En la madrugada del 24 de diciembre la policía Bonaerense ejecutó un violento desalojo de familias asentadas en el barrio 22 de Enero de Ciudad Evita, La Matanza. El operativo incluyó la quema de tres merenderos y casillas familiares para desalojar a 300 familias del lugar. Denuncia de las organizaciones de izquierda y reclamo de un sector de la Iglesia contra el gobierno.
En la mañana del viernes, la fiscal Belén Casal Gatto movilizó a decenas de efectivos para desalojar a 13 familias anexas al Barrio 22 de Enero. “Es una vergüenza que la fiscal llamada Belén sea quien ordene el mismo día de la Navidad, el nacimiento de Jesús fue en Belén, un desalojo que incumple todos los protocolos legales. El resultado fue la quema de los ranchos de 13 familias y cuatro merenderos de los mismos vecinos”, aseguró el sacerdote Daniel Echeverría, quien habita en Ciudad Evita y representa la Diócesis de San Justo.
“Habíamos acordado –añadió Echeverría miembro de la Congregación Misioneros de los Sagrados Corazones que vive junto a otro religioso africano, Anaclet Mbuguje- con la fiscal que no iba a ver este tipo de desalojos porque justamente venimos reclamando una mesa de diálogo para consensuar una realidad muy difícil con la provincia, el municipio, los vecinos, las organizaciones y las iglesias. Pero salen con la represión quemando ranchos y merenderos sobre los hijos de vecinos que están desde hace décadas”.
Las tierras en disputa son propiedad del Estado pero otorgadas al gremio de la AFIP donde construyó un club llamado 19 de mayo. Hace un tiempo atrás hubo otro conflicto con 27 familias que tomaron terrenos linderos al club sin uso.
En esa oportunidad los sacerdotes de la Matanza reclamaron una mesa de diálogo pero nunca fueron escuchados. “Como curas que vivimos en barriadas matanceras de la Diócesis de San Justo, deseamos plantear una vez más nuestra preocupación por la gravísima situación habitacional y de emergencia humanitaria en la que se encuentran muchísimas personas de nuestro distrito».
«Estamos convencidos que se debe abandonar las prácticas represivas y la privación de elementos básicos para la dignidad humana en las ocupaciones en las que nuestro pueblo reclama tierra y techo digno. Lamentamos que al igual que hace dos mil años nuevamente Jesús (el pobre) no encuentra lugar para nacer, en contrapartida, los pastores de ayer y de hoy, la comunidad recibe y cuida la vida amenazada”, firmaron un comunicado doce sacerdotes de las “Barriadas Matanceras del Padre Bachi».