El gobernador, Axel Kicillof, dejó inaugurado hoy el 150º período de sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense, con un discurso contra el macrismo y el FMI. “La meta no es recuperar lo perdido por la pandemia, es recuperar lo perdido en el neoliberalismo. La deuda con el Fondo Monetario Internacional es impagable».
Así como ayer planteó 6 años de prosperidad, casi marcando la campaña por la reelección en el 2023, hoy dijo que la renegociación anunciada por el Gobierno de Alberto Fernández «busca evitar una catástrofe y atenuar las lamentables consecuencias de un crédito que fue solicitado y concedido de manera igualmente irresponsablemente».
«Más que un préstamo, fue una verdadera trampa y de esa trampa estamos intentando salir. Que quede claro: El Frente de Todos no tuvo ni tiene nada que ver con el origen de esta deuda, ni nunca hubiera ido a golpear las puertas del FMI. Al contrario, el Frente de Todos expresa la continuidad de lo realizado por Néstor Kirchner, que en una decisión histórica se sacó de encima al FMI saldando el total de la deuda», planteó.
“Este gobierno trabaja para saldar la deuda que tiene con el pueblo bonaerense, esa es la deuda más importante”, finalizó, tras un arranque más amigable. Cuando inició su discurso, elogió a las bancadas de la oposición, que permitieron “sacar leyes importantes”. Y agradeció a intendentes “oficialistas y opositores” por acompañar a la administración de la provincia durante los dos años de pandemia.
Marcó así un contraste con la tensión que se vivió el martes durante la apertura de sesiones en el Congreso, durante el discurso del presidente Alberto Fernández, que fue motivo de cruces y generó una reacción del Pro, que se retiró del recinto.
Pero la paz duró poco. La que no se salvó de las críticas fue María Eugenia Vidal, la exgobernadora y actual diputada nacional. “Veníamos de cuatro años de ajuste”, dijo sobre la gestión anterior. “No se trata de echar culpas sino de recordar de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, no venimos acá a poner excusas”, indicó en otro tramo de su discurso.
“Estamos viviendo años muy difíciles. Como si no fuera suficiente con la pandemia, el cambio climático, en términos de incendios y sequía, vemos como Europa vuelve atravesar el horror de un conflicto bélico que ya está teniendo efectos en todo el mundo”, inició Kicillof al pedir un minuto de silencio en el recinto, dedicado también a los caídos de Malvinas.
“Nos ha tocado un tiempo duro y de incertidumbre y hoy resulta cada vez más necesario fortalecer las instancias públicas. Vamos a salir con más Estado, no con menos”, destacó el mandatario provincial. “No fue la mano invisible del mercado la que llevó adelante las políticas de todo tipo para dejar atrás la pandemia, ni será tampoco la que repare la marcas que dejó la catástrofe”, agregó.
De este modo Kicillof destacó el abordaje bonaerense durante la crisis de la pandemia y resaltó el plan de vacunación llevado a cabo en la Provincia. “Logramos mantener la unidad en los momentos de crisis. Quiero agradecer a los intendentes por las durísimas decisiones”, sostuvo.
“Construimos la campaña de vacunación más grande la historia de la provincia de Buenos Aires y hoy tenemos a nuestro pueblo protegido, lo cual nos permite cerrar esta etapa de gobierno de emergencia y lanzar otra que será distinta y mucho mejor”, remarcó Kicillof.
A lo largo de su alocución el gobernador bonaerense repasó una serie de medidas económicas, las cuales según indicó formaron parte de la etapa de recuperación. “La prioridad máxima es y será la producción y el empleo en la Provincia. Además de estas medidas quiero mencionar un punto central de esta etapa que es la obra pública”, sostuvo Kicillof.
“La obra pública fue el motor de esta recuperación y agradezco a esta legislatura haber votado y apoyado el plan de obra pública más grande del que se tenga memoria. Se trata de una herramienta para incluir y realizar derechos”, agregó Kicillof, a la hora de ponderar nuevamente el respaldo de la oposición en el recinto bonaerense.
Sin embargo, Kicillof retomó sus críticas a la administración Vidal, a la cual acusó de no finalizar con las obras iniciadas. “Se canceló la totalidad de la deuda que nos dejó la gestión anterior, $8.500 millones y se reactivaron 400 obras que habían quedado paralizadas más o menos en la época de las PASO (2019). Recuperamos créditos internacionales que se encontraban sin ejecutar, perdidos o a punto de perderse”, remarcó el mandatario provincial.
“Nunca se nos pasó por la cabeza dejar una obra sin terminar porque la haya comenzado otro gobierno de otro signo político. No se puede ser tan miope, por eso las obra iniciadas las terminamos y otras las estamos continuando. Esa es la misión del Estado, trabajar para el pueblo más allá de las grietas”, sentenció Kicillof.
El gobernador bonaerense también resaltó medidas impositivas de su gestión en contraposición de la administración anterior. “Desde el comienzo de la pandemia ARBA diseñó medidas para acompañar al sector productivo con la finalidad de reducir las deudas y los saldos a favor SAF, muy conocidos por los empresarios de la provincia de Buenos Aires”, indicó Kicillof.
“Se habían acumulado muchísimos saldos, que se agravaron por la pandemia y la asfixia impositiva. El mayor peso durante la etapa neoliberal había recaído sobre las pymes”, apuntó el gobernador al argumentar que se trató de una lógica recaudatoria “que operó”, la cual consistía en acumular “esos saldos para compensar la caída en la recaudación provocada por la crisis y la firma del consenso fiscal”.