La Policía desalojó hoy con incidentes la feria del barrio «Las Flores» en Moreno, donde topadoras fueron a derribar los puestos ubicados a la vera de la ruta 23. Los feriantes, que habían sido intimados con anterioridad pero alegan que es el único sustento de mil familias, resistieron la medida y se produjeron incidentes.
El procedimiento fue ordenado por el juez Antonio Tornolorenzi, titular del Juzgado de Faltas N° 1 de Moreno, bajo la consigna de «clausura, secuestro, desalojo y saneamiento». Por eso esta semana hubo una vigilia, con cortes de calle, para frenar el operativo, que comenzó temprano, esta mañana, con la infantería.
Los efectivos avanzaron, lanzaron balas de gomas y gases lacrimógenos para reprimir a los trabajadores, que respondieron con piedras y finalmente se retiraron.
«Estoy en la feria desde hace 10 años, en principio comencé vendiendo ropa usada hasta que pude comprar cosas de librería. Las vendo mucho más barato que una librería. La gente a la feria viene a buscar precios, porque en un negocio no pueden comprar si tiene tres o cuatro chicos. Somos más de 2 mil puesteros, con el desalojo nos cortaron las piernas, somos muchas familias con chicos que hoy se quedan sin el plato de comida», detalló Carmen, una feriante.
Las Flores está ubicada sobre la avenida del Libertador (ruta provincial 23) y Dalmacio Sánchez. La semana pasada los mismos feriantes recibieron la noticia de la intención del desalojo seguida de una promesa de reubicación.
En el municipio que conduce Mariel Fernández sostuvieron que en el predio «funcionó la feria sin ningún tipo de norma ni control sobre la mercadería en venta, las medidas de higiene y la seguridad para quienes trabajan y compran allí».
Además, indicaron que existen diferentes «causas judiciales en curso por venta ilegal de autopartes, animales y medicamentos».
“Como solución a este conflicto, la Municipalidad ofrece a las y los trabajadores feriantes de Moreno un nuevo lugar con mayor comodidad, medidas de seguridad, higiene y normas correspondientes para mantener los puestos de trabajo y que toda la comunidad pueda disfrutarlo. En el registro para trabajar en el nuevo predio ya se inscribieron más de 400 feriantes y solo se resisten un grupo ínfimo de personas, que son las que regenteaban”, sostuvieron.