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El Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de Morón resolvió condenar hoy a Ezequiel Bazán, por considerarlo ser autor del «robo agravado, por haber sido cometido por arma de fuego» en una almacén de Merlo en junio del 2020. Aunque el acusado fue absuelto del «delito contra la seguridad pública», la defensa había pedido la absolución, alegando que no había pruebas concretas y denunciado una «causa armada por la Policía».
La familia de Bazán contaba con el respaldo de organizaciones de izquierda y antirrepresivas. Y hasta la Comisión Provincial por la Memoria se había presentado al juicio como veedora. El joven de 24 años estaba con prisión domiciliaria desde mayo de 2021, debido a que padece de una fractura en su pierna derecha.
Además, fuentes judiciales confirmaron a Télam que el tribunal, a cargo de Federico Carlos Topino, fijó una pena de 9 años de cárcel quien permanece bajo el régimen de prisión domiciliaria desde mayo de 2021.
La fiscal de juicio, Carolina Rodríguez, había solicitado la misma pena en su alegato, basándose en los dichos de testigos que acreditaban que Bazán tenía en su poder un arma de fuego al momento de ser detenido.
En tanto, la familia del joven condenado y organizaciones tanto de izquierda como de derechos humanos afirmaron que la «causa está armada» ya que «no hay ninguna prueba que vincule a Ezequiel con el hecho», a la vez que denunciaron una persecución contra el joven y su madre por su militancia contra el «gatillo fácil».
«Pido que dejen en paz a mi familia. Quiero la libertad de mi hijo. Lucho por su justicia y las pruebas que hay en su favor hablan de que es inocente», había expresado Laura Ríos, madre de Bazán, días antes de la condena.
En el caso, intervino la organización derechos humanos «Coordinadora contra la Impunidad Policial», la cual asesoró a la familia en el hecho y denunció que la detención de Ezequiel fue «completamente anómala».
«Una investigación no puede partir de una detención irregular. Lo detuvieron policías de civil, en un procedimiento completamente anómalo», dijo el referente de la organización Claudio Castro.
Al respecto, Castro añadió: «A la mamá de Ezequiel le mataron un hermano de 17 años, Franco Quintero, por un hecho de gatillo fácil en 2017. Ella tiene un pasado de lucha militante por esta situación. A ella la tienen marcada y estigmatizada en el barrio. Entonces, algo que entendemos es que es una represión por su lucha.»
El hecho ocurrió la noche del 4 de junio de 2020, cuando un delincuente armado entró a robar en un almacén de Merlo y huyó en una camioneta Fiat Fiorino. Unas horas después del asalto, Bazán fue interceptado por policías de civil en un Ford Falcon gris cuando circulaba por la calle Bicentenario, a la altura de las vías ramal Lobos-Merlo, en una camioneta del mismo modelo con el que se cometió el asalto.
Según el testimonio del joven, durante la detención, los policías nunca se identificaron y pensó que eran hombres armados que le querían robar el auto. A su vez, al momento del hecho, Bazán tenía una fractura en su pierna derecha producto de un accidente de moto en 2017 y caminaba con muletas, situación que no fue advertida por ninguno de los testigos del robo.
Finalmente, el joven quedó detenido en la comisaría 1era de Merlo e imputado del «robo agravado por el uso de arma de fuego» por el fiscal Leandro Vaccaro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón.
