El expresidente Mauricio Macri visitó esta mañana Ituzaingó, donde compartió un encuentro con dirigentes en el local del concejal Gastón Di Castelnuovo (PRO), recorrió diferentes comercios y conversó con vecinos.
Además, recorrieron una fábrica de alimentos. Aunque lo que más trascendió en las redes y medios nacionales fue verdaderamente un desliz: A Macri (no se había convocado a periodistas) también lo siguieron y filmaron en el momento en que un kiosquero muy conocido del área comercial de la calle Brandsen se negó a darle la mano.
El comerciante resultó ser Domingo Eduardo Gulone, histórico militante del socialismo y referente de los canillitas. Todo un K. Pero más allá de las zancadillas propias de la política local (y la falta de «timing» de quienes trajeron al expresidente) lo cierto es que Mauricio volvió esta semana a caminar el Conurbano de cara al 2023, comenzando, ayer, por una visita a Vicente López junto a su primo e intendente en licencia Jorge.
Cuando la imagen del «kiosquero» estaba por todas partes, aparecieron los videos con los saludos que recibió el líder del PRO en su paso por Ituzaingó. «Fue una visita sorpresa. Y la gente lo recibió muy bien. Había gente que se largaba a llorar por la situación económica. Nunca nos pasó», confesó el propio Di Castelnuovo.
Ya se había empezado a mostrar de nuevo junto a María Eugenia Vidal, que a su vez salió a respaldar la candidatura a gobernador del diputado Cristian Ritondo y se aleja Diego Santilli de cara a la interna de su propio partido. Interna que siempre estuvo al rojo vivo en Ituzaingó (por lo menos desde el 2015, cuando el Osvaldo Marasco se pasó de bando tras ganarle las PASO a Pozzuto). Hoy el universo local de Juntos por el Cambio, que viene de ganar por escaso margen en las elecciones de 2021, está (des)compuesto en tres bloques.
A propósito, el fundador del PRO también publicó hoy una columna en el Portal de Infobae en la que opinó que la Argentina necesita de ecosistemas productivos que «impulsen el agro y la innovación –con un lugar destacado para la biotecnología y el AgTech– y den oportunidades de trabajo a la gente de la zona».
Y bajó línea: «Tenemos que reaccionar y retomar el rumbo iniciado en la década de los ‘90 y después en 2015. No lo veo posible con este Gobierno, que insiste en ver al campo sólo como un enemigo o una fuente de ingresos».
«Por eso debemos tener en claro que a partir de 2023 no debemos ver al campo como nuestra rama principal de exportaciones (que también lo es), sino además como un motor de prosperidad, arraigo e innovación en buena parte del país», concluyó.