Allanaron la casa del tirador de Recoleta: Cristina Kichner le dijo a la jueza que no se dio cuenta del atentado

La vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, declaró ayer por la tarde en la causa que investiga el intento de asesinato en su contra, y ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo dijo que en el momento del atentado no se dio cuenta que le habían gatillado con un arma.

Según trascendió, CFK declaró que recién después lo supo y tomó conciencia del hecho. “En el momento no se dio cuenta lo que estaba pasando”, resumió una fuente judicial. La testimonial se hizo ayer al mediodía en el living de su departamento del barrio de Recoleta y estuvo sola con Capuchetti, Rívolo y los secretarios del juzgado y la fiscalía. En la casa también estaban, aunque no presentes en la declaración, el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, los custodios de la ex mandataria y dos agentes de la Policía Federal.

La Vicepresidenta no hizo referencias políticas en su declaración. Relató como fueron los hechos. También contó que cuando se agacha en el momento que se acerca el arma fue para buscar un libro con el que después se ve que se levanta.

El fiscal Rívolo le dijo a Cristina Kirchner que tenía a su disposición la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) de la Procuración General de la Nación. La titular del Senado no contestó por el momento si la iba a utilizar y tampoco solicitó ser parte querellante del expediente, lo que le permitiría ser parte de la causa.

La declaración de Cristina Kirchner fue uno de los puntos salientes del día de ayer en la investigación. El segundo fue la indagatoria de Fernando Sabag Montiel, el acusado de haber querido matar a la vicepresidenta. Sabag Montiel se negó a declarar. La jueza Capuchetti y el fiscal Rívolo se trasladaron a las 18:45 desde los tribunales de Comodoro Py hasta la dependencia policial de la calle Cavia 3300, donde está detenido.

Sabag Montiel, después de escuchar la acusación, se negó a declarar. Solo dijo que quiere ver toda la prueba que hay en la causa. “Estaba tranquilo, sin una expresión en particular”, dijo una de las pocas personas que presenció la indagatoria. La jueza y el fiscal le preguntaron por un moretón que tiene en la cara. Dijo que se lo produjeron los militantes el jueves a la noche, cuando lo detuvieron. El acusado declaró luego que los médicos legistas informaron que estaba en condiciones de hacerlo.

De 35 años, nacido en Brasil y nacionalizado argentino, Sabag Montiel seguirá detenido por el momento en la sede policial de Cavia y todavía no pasará a una cárcel federal. Su abogado, el defensor oficial Juan Martín Hermida, todavía no hizo ningún pedido ni presentación en la causa, le dijeron a este medio fuentes judiciales.

Tras la indagatoria, la jueza Capuchetti tiene ahora 10 días para resolver si lo procesa, algo que se descuenta que ocurrirá. La imputación es por el delito de tentativa de homicidio agravado.

La investigación se centrará ahora en dilucidar si Sabag Montiel actuó solo, por pedido de alguien o en grupo. “Todas las hipótesis están sobre la mesa, no se descarta ninguna”, señaló ante Infobae uno de los investigadores. Para determinar eso hay varias medidas de prueba en marcha.

Una de ellas es el análisis del contenido del celular del acusado y de una tablet que se secuestró en su casa. También las cámaras de seguridad aledañas a la casa de Cristina Kirchner. Los investigadores quieren reconstruir el recorrido de Sabag Montiel: cómo llegó al lugar, qué camino hizo, si fue solo o acompañado, si entre los militantes que el jueves a la noche esperaban a Cristina Kichner había más personas que podían llegar a agredirla.

En la causa judicial ya se tomaron 24 declaraciones testimoniales. Además de Cristina Kirchner lo hicieron militantes e integrantes de la custodia de la vicepresidenta. Sobre la custodia la justicia pondrá la mira: forman parte de la investigación. Por lo que algunos podrían pasar a ser acusados. ¿Bajo qué acusación los investigan? “Acá también todas las hipótesis están abiertas”, señaló con reserva uno de los investigadores. Desde que pudieron ser cómplices de Sabag Montiel hasta que fueron negligentes en el cuidado de la vicepresidenta porque permitieron que una persona con un arma llegue a centímetros de ella.

El expediente judicial tiene 24 horas y ya tiene 10 cuerpos. Eso son 2000 hojas. En esa causa también se está realizando un perfil económico y virtual (en base a sus posteos en redes sociales) del detenido.

El peritaje sobre el arma, una Bersa calibre 32, determinó que es apta para el disparo y que fue utilizada hace poco. También que tenía cinco balas en el cargador y ninguna en la recámara, por lo que no se disparó cuando Sabag Montiel gatilló. Las balas que estaban en el arma también estaban para ser disparadas.

La investigación seguirá durante este fin de semana con la búsqueda de más información y los resultados de las medidas de prueba.

Allanamiento en la casa del tirador

Un total de 100 proyectiles calibre 9 milímetros y una computadora portátil fueron secuestrados este viernes en un departamento del partido bonaerense de San Martín, donde residía Fernando André Sabag Montiel.

Al lugar llegaron esta madrugada decenas de policías del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA), que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina (PFA), por orden de la jueza federal 5, María Eugenia Capuchetti, quien está a cargo de la investigación judicial.

Con el paso de las horas, las máximas autoridades de la policía decidieron conformar un “equipo interdisciplinario” con todas sus dependencias para participar de la pesquisa.

Pasada la medianoche los policías realizaron un primer allanamiento en una casa de la calle Terrada al 2300, de barrio porteño de Villa del Parque, el cual figuraba como propiedad del detenido Sabag Montiel, aunque determinaron que allí no residía.

Incluso, en la puerta de ese domicilio, los federales hallaron un cartel que indicaba «Aquí no vive Fernando», colocado por los inquilinos que residen allí.

Poco después, un hombre se presentó en la sede de la comisaria 8a.de San Martin y contó que reconoció al agresor de Cristina Kirchner por televisión y que le alquilaba uno de sus tres departamentos.

Inmediatamente, los policías de la bonaerense notificaron a la jueza federal y se ordenó un allanamiento.

Así, los policías de la Federal llegaron al inmueble de Uriburu 729 de San Martín, un PH cuyo frente está pintado de color salmón y con una puerta negra, e ingresaron al departamento 3, que alquilaba el ciudadano brasileño.

Según las fuentes, se trata de un monoambiente de pequeñas dimensiones y en un ropero ubicado del lado izquierdo de la puerta de entrada, los policías hallaron dos cajas de balas marca Magtech calibre 9 milímetros con 50 proyectiles cada una, una computadora laptop, una Libreta de Enrolamiento a nombre de otra persona de apellido Sabag, dos tarjetas SUBE, una tarjeta de crédito Ualá, tres hojas con calcos de tatuajes y un certificado de nacimiento brasileño a nombre de una mujer de apellido Sabag.

También secuestraron documentación del detenido, como una fotocopia de su DNI, un certificado de actividades esenciales con motivo de la pandemia de coronavirus, un certificado médico, un certificado de discapacidad que resultó ser falso y estaba hecho a nombre del detenido como si hubiera sido expedido por la Junta Evaluadora de Quilmes y una radiografía dental.

Además había documentación de la pareja de Sabag Montiel, entre ella un currìculum, dos tarjetas de Mercado Pago, un certificado de nacimiento, uno de estudios y una fotocopia de su DNI.

Por disposición judicial, las municiones secuestradas deberán ser inventariadas y remitidas a la División Balística de la PFA para ser sometidas a peritajes y establecer si estaban aptas para su funcionamiento, mientras que la documentación fue remitida al juzgado de Capuchetti.

En tanto, Mario, un amigo de la adolescencia de Sabag Montiel y vecino del barrio, reveló en un programa del canal Telefé que el detenido «era un marginal que no tenía nada que perder» y consideró que «la intención original era matar» a la vicepresidenta y agregó que «lamentablemente no ensayó antes», lo que generó críticas por parte de los periodistas que lo entrevistaban.

El hombre contó que a Sabag Montiel lo apodaban «Tedi» y lo calificó como «un mitómano», que «siempre decía que tenía armas» pero que nunca le creyeron.

«Era un marginal y no tenia nada que perder, especialmente después de la muerte de su madre. Se podía esperar cualquier cosa de él. Sabiendo que era Tedi, no me extrañó que llevara el arma», explicó el hombre.

En sus redes sociales, Sabag Montiel tenía publicado un video con el fallecido baterista de la banda Foo Fighters, Taylor Hawkins, en la compartió la frase «una semana antes de morir, me siento la parca, fue muy fuerte conocer a alguien antes de su muerte».

Además, difundía sus fotografías con personajes mediáticos como Zulma Lobato, el youtuber «Christian de Lugano» o «La Chabona», como así también imágenes de sus tatuajes, particularmente uno en el codo derecho con un «Sol negro», una «Cruz de Hierro» en el dorso de la mano derecha y un «Martillo de Thor» en el dorso de la mano izquierda, todos ligados a la simbología nazi.

Esta tarde, los vecinos de Sabag Montiel no salían del shock por la situación y lo calificaban como «retraído» o «poco simpático».

“Fernando no era de saludar mucho. Era muy retraído. Tenía una novia jovencita. Alquilaba ahí atrás”, expresó en dialogo con Télam Jorge (81), vecino del barrio Villa Zagala, mientras se apoyaba en su Ford Falcon amarillo.

«Beto», otro vecino, contó que conocía la propiedad en la que actualmente vivía Sabag Montiel porque era amigo del dueño del PH.

A su lado, Ariel explicó que «en el lapso de un año» vio a Sabag Montiel «cuatro o cinco veces» y que «era un pibe tranquilo», mientras que Jorge aseguró que «el barrio es relativamente tranquilo, generalmente no pasa mucho» y se sorprendió por el despliegue policial.