Día de la Lealtad: El Presidente anunció un bono, Máximo cerró un acto en Plaza Mayo y la CGT lanzó una corriente

Con diferentes actos el peronismo celebró este 17 de Octubre, fecha fundacional del movimiento, el «Día de la Lealtad». Ni Alberto Fernández ni Cristina Kirchner estuvieron en las convocatorias y hasta hubo un pedido explícito de la CGT de participar de los espacios de poder, ante los cargos que ha venido acumulando La Cámpora.

Al mediodía, el Presidente anunció el otorgamiento de un bono para «los sectores más marginados y postergados» de la sociedad, en el marco de la inauguración de un tramo de la autopista Ezeiza-Cañuelas. Será en dos cuotas por un total de $45 mil.

«Nosotros queremos que nadie quede olvidado. Pero también vamos a redoblar nuestra inversión para que los trabajadores de la economía popular sigan insertándose en la sociedad con trabajo. En la medida que ese trabajo se formalice más rápidamente, mejor será», señaló.

En un discurso que se extendió por casi 30 minutos, el primer mandatario culpó por la economía a «la deuda, la guerra (en Ucrania) y la pandemia». Pero se mostró optimista: «Tuvimos este año el día de mayor consumo de gas y de electricidad de la historia argentina».

«Decidimos invertir para que a ustedes no les falte ni la energía ni el gas, para que ninguna industria se pare. Ese es el costo de 5 mil millones. Vamos a tener que discutirlo con el Fondo (Monetario) para que entiendan que no es un gasto, que es una inversión para que Argentina no se detenga», explicó.

Los acompañaba el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el gobernador Axel Kicillof; la intendenta de Cañuelas, Marisa Fassi; y colegas de la Primera y Tercera Sección electoral, entre ellos el de Morón, Lucas Ghi.

Por la tarde, el presidente del PJ bonaerense y diputado nacional Máximo Kirchner cerró el acto de la CTA y Pablo Moyano en Plaza de Mayo, al que asistieron los kirchneristas, desde el camporismo al Nuevo Encuentro. El hijo de la Vice fustigó a Mauricio Macri por haber dejado una deuda de 44 mil millones de dólares con el FMI.

También consideró que «el tema de la deuda no está solucionado y la curva de vencimientos que tiene nuestro país, para cualquier candidato que aspire a ser Presidente y gobernar, es un verdadero problema».

«Nunca vamos a poder planificar el país que deseamos. Y si el Estado nacional no puede planificar, menos van a poder planificar las familias argentinas. La Argentina necesita un respiro, no necesita lecciones de economistas, de ideas obsoletas, arcaicas y que sólo benefician a unos pocos», indicó.

Pero aseguró que «esta plaza demuestra que vamos a poder salir adelante, ofrecer en 2023 a la sociedad argentina un proyecto de país que realmente la interprete, la contenga, la proteja, la promueva», y pidió a la militancia que tenga «esperanza».

Por su parte, el presidente de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella se refirió a la movilización y opinó: “Estamos en esta plaza llena, con trabajadores y trabajadoras, compañeros y compañeras de distintas organizaciones que hoy nos encontramos con las mismas preocupaciones y con la misma fuerza para dar las discusiones que haya que dar y generar mejores condiciones para el pueblo trabajador porque tenemos la certeza de que esta marcha es conmemoración, reafirmación de la lealtad».

Un rato antes, dirigentes de la CGT lanzaron el Movimiento Nacional Sindical Peronista (MNSP) que procura estar «presente en los debates» y a garantizar «un peronismo de trabajadores y trabajadoras», incluso con participación parlamentaria, durante un acto por los 77 años del Día de la Lealtad realizado en el estadio cerrado del club Obras Sanitarias, en el barrio porteño de Núñez.

«Decidimos crear un espacio político para estar presentes en cada uno de los debates que necesita la Argentina», dijo desde el escenario uno de los tres cotitulares de la CGT, Héctor Daer.

En esa línea, el también dirigente del sindicato de Sanidad expresó que el sindicalismo debe «estar presente» porque existe «un sector que quiere ser Gobierno» que plantea «como única salida» la implementación de una «reforma laboral» con la que se intentará «terminar con la indemnización y con los convenios colectivos», en referencia a Juntos por el Cambio (JxC).

«Que no se piensen que va a ser con el cuero de los trabajadores y trabajadoras. No lo va a permitir el movimiento obrero organizado, ni tampoco lo va a permitir el peronismo», remarcó Daer, y agregó que no está interesado en «romper ningún frente», en alusión al Frente de Todos (FdT).

Daer añadió que «no queremos romper el peronismo, pero sí queremos un peronismo de trabajadores y trabajadoras».