Estudiantes, docentes y familias de la Escuela secundaria 17 de Merlo volvieron a marchar este miércoles contra la venta de la casona que sirvió de sede, y piden que se expropie. Se trata del histórico inmueble de Av. Libertador 472, declarado como lugar histórico por el Municipio y que desde hace años está en sucesión.
La escuela funcionó desde la década del ’60. En enero de 2013 la Legislatura bonaerense sancionó la ley 14.452 que declaraba de “utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble”. Sin embargo, nunca se asignaron las partidas y la ley se cayó. Finalmente, la Provincia dejó el edificio y mudó la escuela a la esquina de Balbín y Junín. El alquiler estuvo a cargo de la inmobiliaria Cacuzza, la misma que ahora vende la casona.
«En el marco de la pandemia de Covid 19 y de la continuidad pedagógica virtual, el gobierno de Kicillof-Vila-Menéndez descubrieron que el edificio no cumplía con los 12 puntos de infraestructura que Ctera plantea como nodales para resguardar la integridad física de quienes estudian y trabajan. En 2020, el Concejo Deliberante de Merlo votó una rezonificación del espacio urbano», explicaba el frente Tribuna Docente.
Para el concejal Pablo Cocuzza (JxC), dueño del cartel que fue colocado en el frente de la propiedad de Av. Libertador, el edificio tiene problemas estructurales, pero también un sector que fue ampliado por la Gobernación sin planos de habilitación. «El gobierno de Kicillof decidió abandonar el lugar por riesgo de derrumbe. Luego se armaron un montón de historias vinculadas a la política. No le dicen a la gente lo que pasó», sostiene.
A su entender, la declaración de patriminio histórico «es inconstitucional» y agrega que la familia propietaria «fue prisionera de los distintos gobiernos», que dejaron varios años sin abonar. La venta no tiene requisitos (para su restauración o mantenimiento) y está «por debajo del valor de marcado». Sólo espera comprador. La comunidad educativa sigue a la espera de que la Provincia la compre. Pero eso no está en carpeta.
