En el día de su cumpleaños, la Dirección de Cultura de Hurlingham y la operadora de la línea San Martín destaparon este lunes una estatua en homenaje al compositor Alejandro «Bocha» Sokol, ex integrante de SUMO y Las Pelotas.
La obra a cargo del escultor cordobés Adrián “Bachi” Dellorto, motorizada por uno los seguidores y vecinos del fallecido músico, Marcelo Jorge Fiori Quercetti, puede verse en la esquina de Jauretche y Remedios de Escalada, de espaldas de la estación del ramal San Martín.
“No se trata solo del emplazamiento de una escultura o de un homenaje, se trata de algo más. Hay una frase que resume muy bien todo esto y que dice algo así como ‘no es posible hacer que lo que fue no haya sido’”, indicó el impulsor del homenaje.
Sokol nació el 30 de enero de 1960 y fue el tercer hijo (único varón) de una familia que de Hurlingham Falleció de un paro cardiorrespiratorio en Río Cuarto, el 12 de enero de 2009, días antes de cumplir 49 años.
El legendario músico armó el El Vuelto SA, junto a su descendencia, tras su partida de Las Pelotas. Poco antes de su muerte, la incipiente banda iba a ingresar a estudios para luego registrar su álbum debut.
La escultura mide dos metros y pesa una tonelada y media. «Es increíble lo que se generó, de mi parte no queda más que dar un profundo agradecimiento a todos -subrayó el impulsor de la obra-. La repercusión que tuvo la iniciativa en la gente y la buena predisposición de las autoridades, lo mismo respecto de la familia Sokol, no me alcanzan las palabras… Y que hoy estén acá, es muchísimo».
La idea de Marcelo Fiori surgió hace unos tres años en Suecia, cuando viajó a ver su hermano y a su familia.
«Durante enero de 2020 tuve oportunidad de visitar a mi hermano, que vive en Suecia. Una tarde, cuando recorríamos el puerto de Gotemburgo, nos llamó la atención una escultura que se encontraba ubicada de espaldas al mar y, junto a uno de mis sobrinos, nos tomamos una foto de esas que parecen no ser más que una entre tantas otras», contó.
«Sin embargo mi sobrino Luca, después de observar la escultura un ratito, sintió curiosidad y me preguntó de quién se trataba -continuó-. Investigando un poco resultó ser de un músico lugareño llamado Ever Taube y así, como al pasar, me dice ‘no sabía que a los músicos le hacían estatuas'».
Ese fue el punto de partida para que Fiori Quercetti tomara la decisión de rendirle tributo a Alejandro: «Algo de esa conversación, en verdad de esa afirmación, quedó en mi inconsciente», sostuvo.
«Tiempo después, cuando volvía de Tribunales a Hurlingham nació esta idea de homenajear a Alejandro con una escultura en su nombre y también, claro, de acercar a través del arte las culturas de estos dos países», evocó.