El Presidente Alberto Fernández pidió este mediodía mantener la unidad en el frente justicialista al sostener que «no importa quien presida al país en diciembre; sí es es de los nuestros». Fue en un acto en Morón Sur, donde se anunció la finalización de las obras cloacales, un tema recurrente que volvió a poner el acento sobre Mauricio Macri, sin ningún tipo de reparos sobre el signo político que gobernaba en los noventa.
«Le pido al pueblo argentino que no desvíe la senda. Un día desviaron la senda y votaron a (Fernando) de la Rúa y el país se desmoronó. Otro día desviaron la senda y votaron a (Mauricio) Macri y el país se desmoronó. Les pido que no desvíen la senda, porque hay una lógica política que todos nosotros tenemos y que no debe ser alterada», dijo el mandatario desde el escenario montado en el Club Social y Deportivo Rivadavia 87, ubicado en Josefina B. de Marqués 3497, una de las zonas más postergadas del distrito.
«Necesitamos la compañía de ustedes. No importa quién va a presidir la Argentina a partir del 10 de diciembre. Lo que sí importa es que sea uno de los nuestros para que no se altere el movimiento y el sentido político que nosotros le hemos dado a la Argentina», insistió Fernández, acompañado por el gobernador, Axel Kicillof; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; la presidenta de Aguas Argentinas, Malena Galmarini; y el intendente Lucas Ghi. En el piso estaban también el ministro de Economía, Sergio Massa; el titular de Trenes Argentinos, Martín Marinucci; y el de ACUMAR, Martín Sabbatella, además de un centenar de funcionarios y dirigentes del FdT que entonaron un cariñoso «Albeeerto».
El anuncio de hoy llevaba décadas de espera. Aunque no trasciende a los límites de la comuna hacia el resto del viejo Morón. En concreto, se terminaron las obras cloacales para los barrios San Juan y Marina, cuyos vecinos podrán conectarse a la red cuando la empresa que ofrece el servicio, AySA, así lo haga saber. Se aclaró que todavía resta terminar un 5% de la red fina de agua potable para el saneamiento completo.
“Este logro histórico se pudo alcanzar con mucho esfuerzo, dedicación y gestión. Que toda la comunidad de Morón pueda tener disponible este servicio esencial no es más que cumplir con el compromiso asumido por Martín Sabbatella y que continuamos con todo el equipo de trabajo actual”, destacó Ghi. Y agregó: “Hoy podemos cumplir un anhelo que es tener un mejor Morón, más saludable, con mejores barrios y servicios que hacen una vida más digna y plena. Hicimos todo lo necesario para que los vecinos puedan conectarse a la red. Morón será uno de los primeros distritos del AMBA en disponer del 100% de cloacas”.
Un ejercicio de memoria selectiva
Durante todo el acto, el gobierno se encargó de culpar a Mauricio Macri por la demora en el plan cloacal, por aquél contrato que firmó con el entonces intendente, Juan Carlos Rousselot (PJ), en 1988. La obra la pagaban los vecinos, en cuotas, con sus propias casas como garantía. La resistencia que generó el proyecto, y la interna que ya se advertía en el peronismo local y bonaerense, hicieron el resto. Rousselot fue destituido, aunque luego fue electo otras dos veces (1991 y 1995), al calor de un menemismo casi imbatible.


Claro que hoy ningún funcionario se acordó de los tiempos de fallecido ex locutor, o de la interna en convivencia de Menem y Dualde (Rousselot-Román), que llevó a la división de Morón en 1995, entre otras comunas.
La plan cloacal diseñado en los ’80 se mantuvo a debate entrados ya los noventa, hasta que finalmente fue descartado. Comenzaba la era de las privatizaciones y de sus inversiones, tras el brutal ajuste del ahora innombrable. Así las cosas, el Morón moderno tenía el 60% de su territorio con cloacas, cuando el peronismo perdió el poder en 1999. Alberto F pidió hoy desesperadamente la unidad para no volver a perderlo.
«Votaron a De la Rúa y el país se desmoronó. Votaron a Macri y el país se desmoronó. Les pido ahora que no desvíen la senda. La lógica política no debe ser alterada”, sintetizó el Presidente, sin entrar en ningún detalle. Arriba y abajo del palco era aplaudido, incluso por aquellos que combatieron al peronismo de los ’90 y fueron electos en la misma boleta que De la Rúa. El kirchnerismo abrazó y reunió a muchos de esos adversarios.
El plan cloacal en Morón nunca más se detuvo. Y además contó con diferentes fuentes de financiamiento, incluidos algunos créditos internacionales que se conseguían a través del organismo encargado de sanear la cuenca del Río Matanza-Riachuelo. Pero tampoco tuvo la velocidad prometida en 2003, cuando Néstor Kirchner anunciaba a poco de asumir que se construiría un planta depuradora y la red troncal principal, con fondos de la Nación, para todo el viejo partido de Morón. En Ituzaingó todavía falta bastante para terminar.
Los funcionarios no sólo hablaron de la «corrupción» del plan de Rousselot. Malena llegó a decir también que durante la presidencia de Macri no se hizo «ni un solo metro de caño de agua» en Morón. Antes de la visita presidencial, el PRO se atajaba: «La última etapa cloacal se inició en 2019 y debía estar terminada en 2020».