Caso Agustina Casco: A un año de su muerte, el abogado querellante apunta a la Escuela de la Policía
Este sábado se cumple un año de la muerte de Agustina Casco, la cadeta de 21 años que, según denuncia su familia, habría sufrido un baile, unos días antes, adentro de la escuela de la Policía Bonaerense «Juan Vucetich».
Como el deceso de la joven de Ituzaingó se produjo en un hospital de Merlo, el caso se empezó a tramitar en el Departamento Judicial Morón, pero finalmente, y orden mediante de la Cámara de Casación, pasó la jurisdicción de Quilmes. Aunque atestiguaron varias excompañeras de la víctima, por ahora no imputó a ninguno de los oficiales de entrenamiento, o a sus superiores. «Estamos solos», admitió el abogado querellante Rodrigo Tripolone, quien comparó la muerte con la del conscripto Omar Carrasco.
Aquél crimen acontecido en un cuartel de Neuquén marcaba, hace 30 años, el final del servicio militar obligatorio, por la presión social y la voluntad política de Carlos Saúl Menem. Muy diferente de lo que ocurrió desde la cuarentana del 2020 para acá con la Policía Bonaerense y la cobertura mediática de la Provincia.
Casco no fue una víctima de inseguridad, aunque su familia se suma a las marchas, ni de género. Y a los organismos de DDHH parece «no importarle» el tema, como tampoco otros abusos policiales que, en todo caso, lograron encapsular, como la muerte de Lucas Verón, o la desaparición de Facundo Astudillo Castro.
Agustina salió por última vez de la Vucetich para ir a votar el domingo 19 de noviembre. Esa misma noche debía regresar para continuar su entrenamiento. Sin embargo, terminó internada en el Hospital de Ituzaingó. Fue derivada a la Clínica Provincial de Merlo, donde finalmente falleció el 23 de noviembre de 2023.
La causa primero cayó en la Unidad Fiscal de Instrucción N°5 de Morón, que se declaró incompetente y envió el expediente a la UFI N°10 del mismo partido, especializada en violencia de género. Al tratarse de un caso que no involucra relaciones personales, tampoco aceptó la competencia y el caso cayó en la UFI N°4, donde recién a mediados de este año se avanzó con algunas pruebas fundamentales para la investigación.
A pesar de múltiples demoras, que incluyó a las historias clínicas de ambos nosocomios (de PAMI y de la Provincia), hubo algunos avances: «Empezó a intervenir la PFA y se hizo una suerte de allanamiento de la Vucetich, para secuestrar los libros de guardia. También se hizo una segunda autopsia, que todavía no está concluida porque faltan algunos estudios. Logramos que atestiguaran varias compañeras, que dijeron que ella recibió golpes durante una práctica y que no fue atendida», indicó ésta semana Rodrigo Tripolone.
El primer estudio, de fines de febrero, y un informe parcial determinaron que la joven había fallecido por un «paro cardíaco no traumático», producto de la presencia de un quiste de ovario que explotó y causó la hemorragia.
Hasta mitad de año la Justicia de Morón se basaba en eso para no ir a fondo con la «averiguación de muerte», cuando la familia tenía en su poder chats y fotos de Agustina y que comprometían a la Escuela de la Policía. Nada de eso figuraba en el expediente. Hasta que la fiscal Paula Salevsky le empezó a tomar declaración a las cadetas de la Vucetich. Contaron que Agustina había recibido un duro golpe durante un entrenamiento.
Ante la fiscal, Anabela Carranza, Elizabeth Cabello y Ornella Carrasco brindaron detalles de aquel día en la Escuela. «Agustina estaba muy pálida» y «se desvaneció como si le hubiera bajado la presión», relató la primera.
El abogado querellante vive como un triunfo que la causa ahora se tramite en la jurisdicción de la Escuela Policial de Berazategui, aunque todavía no tenga una fiscalía precisa. «Hay un paralelismo con el caso Carrasco. Pasé por la escuela de la Policía y sé que este tipo de cosas existen. Los bailes siguen existiendo y deben ser desterrados. Cómo vas a enseñarle una táctica que ponga en riesgo a un civil. Así produjeron un traumatismo y Agustina se descompensó. Y no la atendieron. Así empezó con el sangrado interno», relató.
Por ahora los «entrenadores» no declararon. La querella espera que lo hagan en «indagatoria». Aparte, el abogado trabaja en una denuncia contra la cúpula policial, empezando por el jefe de la Vucetich y vicejefe de la Bonaerense. «Montaron una consigna en el hospital donde estaba Agustina. No se podía acercar nadie sin darle parte a un comisario. Era visitada por una médica policial que llevaba informes. A las cadetas las despiertan para tomarles declaración. Los jefes estuvieron al momento de la autopsia. Sabían todo antes que la familia. Entendemos que hubo un accionar para encubrir a los oficiales», indicó Tripolone.