20/05/2024

Ituzaingó: Vecinos reclaman por el cierre de una sala de atención primaria y por la falta de médicos

«La cruda realidad es que la sanidad en Ituzaingó no funciona», sentenció Marcela, vecina de Ituzaingó. Es que uno de los dos centros municipales de Atención Primaria de la Salud de Villa Udaondo permanece cerrado desde hace más de siete meses debido a la paralización de obras de infraestructura que se iniciaron en septiembre, es decir cuando el actual intendente, Pablo Descalzo, estaba en plena campaña electoral.

Mientras tanto, los habitantes de la zona aseguran que son derivados a un centro comunitario que no tiene profesionales ni turnos de atención suficientes para cubrir la creciente demanda de atención.

La Salita 17 de octubre, cerró sus puertas en junio tras la puesta en marcha de mejoras edilicias. Pero con el afán de garantizar la buena salud de los vecinos, el funcionamiento del CAPS se trasladó a un centro de desarrollo situado a dos cuadras. Sin embargo, quienes acuden allí reconocen que la atención no es la misma.

En este sentido, Jimena explicó: «Los médicos no dan abasto, por eso no otorgan muchos turnos, y además hay poquitos consultorios para tantas especialidades». «En siete meses todavía no hicieron nada», completó.

Al respecto, el Secretario de Infraestructura, Desarrollo y Ambiente Municipal, Martín Rossi, señaló: «Las obras no avanzaron porque los costos se tornaron imposibles de afrontar ante una inflación sin freno. Vamos a tener que llamar a licitación nuevamente, ya que con el presupuesto del año pasado no se puede hacer nada».

En tanto, se agudiza el enojo: «Fui a sacar turno y me dijeron que tenía que venir antes de las 7, porque solo se dan diez turnos», dijo Samantha. Y agregó: «En mi caso, necesito la atención de una diabetóloga, que estaba dos veces por semana y ahora solo atiende los lunes. Eso implica que sea imposible poder tener un turno y que, en un solo día, la doctora tenga una larga fila de pacientes a su cargo».

A su vez, Chiara también expresó su malestar: «Te cancelan los turnos a último momento y después tardan más de un mes en otorgarlos».

Los vecinos de Udaondo resaltan que la situación sanitaria es alarmante y aseguran que el principal factor radica en la escasez de especialistas y de personal administrativo. Alicia indicó: «Los profesionales y los empleados van a trabajar sin saber cuándo les van a depositar el sueldo». Al mismo tiempo, Jimena sostuvo que «muchos médicos se van porque no les pagan».

No obstante, Rossi, quien también interviene en el área de salud municipal, manifestó: «El traslado nos generó muchos dificultades, como no contar con los médicos necesarios. Calculamos que este mes, con la contratación de más especialistas, ya vamos a estar ordenados».

El centro de atención González Otharam, también ubicado en Villa Udaondo, presenta las mismas carencias. En este sentido, Noelia reconoció que «tampoco hay médicos». «Vas y te dicen que no hay turno o que el médico se fue. Mi bebe tiene 6 meses y nunca encuentro un pediatra. Vas con fiebre, con dolor de cabeza intenso o hasta con un corte y te dicen que vayas a otro hospital», añadió.

Fuente: Crónica

Veterinaria

Algo parecido ocurrió con nueva veterinaria municipal, donde funcionara la Dirección de Zoonosis, ubicada en la esquina de Pringles y República de El Salvador, justo frente a la penitenciaría provincial N° 39. El centro se inauguró en marzo del año pasado y fue creciendo en convocatoria, a pesar de tener un horario restringido de 8 a 15 horas (es decir el horario municipal), de lunes a viernes. Aunque había cupo, se llegaban a dar 70 turnos diarios (por orden de llegada), entre castraciones, vacunaciones y controles de clínica médica, que sufrió una alta demanda debido al valor de las consultas en forma particular (unos $8000).

En diciembre, esos horarios y cupos se fueron limitando hasta las 13 horas y con no más de 40 turnos diarios. En enero cayó a la mitad. No había personal profesional y, a veces, atendía el coordinador del área. Un centro que fue muy útil en una zona favorable al voto peronista y que tras las elecciones cayó en la bolsa de un gobierno municipal que fijó un presupuesto 2024 con un ajuste real del 50%, en relación al 2023.