09/05/2024

Con cortes de calles: Repartidores de Apps de Morón e Ituzaingó volvieron a reclamar por seguridad

Trabajadores de aplicaciones se volvieron a manifestar este martes, Día de los Enamorados, en distintos puntos neurálgicos de Ituzaingó, Castelar y Morón, para reclamar por seguridad. Son un blanco fácil en la calle para delincuentes que buscan motos de baja cilindrada y también fueron buscados durante la última campaña, donde tanto el massismo como el actual gobierno les prometieron soluciones que quedaron en la nada.

En una jornada de alta demanda, hoy hubo protestas en distintos puntos del país, como así también en importantes capitales del mundo. Pero en el caso de la Zona Oeste el principal problema no pasa por las condiciones laborales, sino por la inseguridad. Disparador de las protestas del lunes y martes fue otro violento asalto, ocurrido en la noche del domingo en Aráoz y Estanislao López, Castelar sur, donde a un delivery le pegaron dos culatazos en la cabeza, según denunció Evelyn, una referente de este grupo de trabajadores.

“Lo interceptaron entre cinco motos y le llevaron la suya, el morral con su documentación personal, y el celular”, contó al portal del Primer Plano. Aunque fue poco promocionada, la demanda se hizo sentir con ruidosas protestas en Santa Rosa y Sarmiento, límite entre Castelar e Ituzaingó. Y ante la Municipalidad de Morón.

Cuestionan promesas incumplidas y problemas que se repiten en la vía pública. Hechos que crecieron durante la cuarentena de 2020/21, ante la disminución de gente la calle. Hasta unos meses nomás, eran también blanco de la campaña electoral. Afuera del sistema laboral convencional, poco tenía para ofrecer el kirchnerismo. De todas formas, el entonces ministro-candidato Sergio Massa (UP) anunció que se iban a construir refugios para repartidores en las estaciones de trenes. Corría noviembre y faltaban horas para que Javier Milei se convirtiera en Presidente. En algunas redes, intentaron direccionar hacia él la protesta callejera.

También Juntos por el Cambio buscó mostrarse con estos trabajadores, por los casos de seguridad. Y el apuntado fue Axel Kicillof y los intendentes K. Los hechos se multiplican. El caso más resonante en la zona ocurrió en enero del 2021, cuando Facundo Hambra recibió un balazo a quemarropa en la cabeza a pocas cuadras de la estación de Ituzaingó. Murió semanas después tras quedar en estado vegetativo. El juicio se realizó hace un año en Morón. Llegaron dos acusados. Al que efectuó el disparo le dieron 12 años de cárcel. Es decir menos que la condena más liviana que sufrieron cualquiera de los rugbiers del caso Báez Sosa.

El asesino se dio el lujo de deslindar responsabilidad sobre el otro sospechoso, que habría manejado la moto en la que se movilizaban, sin dar pista alguna sobre su verdadero cómplice. La Fiscalía había pedido perpetua. Se cree que a Facundo lo fueron a matar por haber escrachado a quienes le habían robado otra moto. La audiencia duró minuto. No días. Los cortes de calle por el crimen apenas sirvieron para visibilizar el caso.