La candidatura de Cristina Kirchner al PJ nacional divide agua entre los puros y los que la quieren jubilar
A horas del cierre de inscripción de candidatos para renovar las autoridades del PJ nacional, tras la renuncia de Alberto Fernández, Cristina Kirchner cerró su lista, con la que buscará eregirse como nueva presidenta. Lejos de la «unidad», se le abrió un frente de batalla, que incluye a buena parte de su armado bonaerense.
Por su parte, el gobernador riojano Ricardo Quintela -que esta mañana confirmó su intención de competir contra Cristina Kirchner- aún intentaba cerrar su lista en un “lugar reservado”, según describió uno de sus colaboradores. “Estamos en la confección”, deslizó el dirigente que acompaña al mandatario provincial.
Aunque hubo reuniones, no se pudo alcanzar un consenso, precisamente porque la exPresidenta podría volver a elegir candidatos y manejar la estrategia electoral. Su necesidad pasa por el frente electoral. El del gobernador, Axel Kicillof, mostrarse como su sucesor. Por eso se declaró prescindente de la interna, lo que le valió ganarse el mote de «Poncio Pilatos» y de «Judas» por parte de dirigentes encumbrados en el camporismo.
«Encontremos la unidad y dejemos de reproducir metodologías y conductas que nos trajeron hasta acá», contestó.
En tanto, y pese no ser parte de la interna peronista, el presidente del partido Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, posteó: “La presidencia de Cristina en el PJ es importante no sólo para el Partido Justicialista, sino también para el conjunto de la coalición porque es la fuerza más gravitante en todo el territorio nacional.
«Su conducción es garantía no solo de unidad, sino también del contenido, del rumbo, del sentido de esa unidad, para recuperar el camino de una Patria para todos y todas. Cristina ilumina el futuro, por eso, desde Nuevo Encuentro no nos da lo mismo quien presida al Justicialismo y estamos fervientemente comprometidos con que sea Cristina”, argumentó el exintendente de Morón, que actualmente conduce la autoridad de la Cuenca del Río Reconquista (ACUMAR). A pesar de ser funcionario, no estuvo presente el jueves en el acto del gobernador Kicillof, por el Día de la Lealtad. Sólo el intendente Lucas Ghi fue y por su cuenta.
La mayoría de los intendentes del GBA, salvo los camporistas, se mostraron junto al gobernador en Berisso. Marcan respeto con el electorado K, pero ya trabajan con Kicillof, ajenos a la interna partidaria nacional. Esto trascendió el 17 pasado, en varios encuentros, en los que nadie postuló a CFK como líder peronista.
Un claro ejemplo de que otros la quieren jubilar, o jugarán por afuera, es el exintendente de Hurlingham Juan Zabaleta, quien llegó hasta allí por impulso del kirchnerismo pero perdió las PASO, aparateadas por La Cámpora.
«El peronismo está tocando fondo y está bien que sea así. En definitiva, también es bueno esperar fines de ciclo, porque eso implica la política. Y un fin de ciclo de La Cámpora porque, la verdad, es que el daño que le está haciendo a Cristina Kirchner con todo lo que representó su gobierno y, liderazgo, es malo», opinó.
Zabaleta tuvo que explicar esta semana también el encuentro con el Jefe de Gabinete. «Acompañé a Julio Zamora (intendente Tigre) a la reunión con Francos. El Gobierno tiene que entender las necesidades de los municipios”.
“La reunión fue sin nada que esconder. El peronismo está como está por los dirigentes a las escondidas y este Gobierno nos trata mejor que el anterior”, comentó.
En diálogo con CNN, el exsecretario del Senado dijo que «la candidatura de Cristina es inoportuna porque es una película que ya vimos».
“El año que viene vamos a tener a un sector del peronismo intentando ampliarse y los intendentes tienen una oportunidad tremenda”, destacó. Y sostuvo que «La Cámpora es una agrupación de monotributistas del Estado».