El peronismo llenó la Plaza de Mayo, con un simulacro de «proscripción» en tono electoral

A 24 horas de la detención domiciliaria de la expresidenta Cristina Kirchner, el peronismo bonaerense volvió a movilizar hacia Plaza de Mayo, junto a gremios e, incluso, organizaciones de izquierda, en un simulacro de «proscripción» electoral, que bien podría leerse como el comienzo de la campaña en la Provincia, aunque con la jefa presa tras la primera condena «firme» de las cuatro grandes causas de corrupción por las que también fue procesada.
Horas después de haber sido comunicada de la privación de su libertad, pero con el beneficio de poder elegir una residencia extra muros, Cristina Kirchner envió un audio a sus seguidores, con el poco pudor que caracteriza su relato. «Vamos a volver», les dijo. «Ese país no fue una utopía. Lo vivimos durante 12 años y medio. Lo dejamos desendeudado, como a las familias y a las empresas» (sic). En la cuenta, claro, suma el periodo de su marido, el más racional de los cuatro mandatos kirchneristas, y borra el que encabezó junto con Alberto Fernández y Sergio Massa.
Al fin y al cabo, si no hubieran dejado un Estado fundido, un BCRA sin reservas y con un país con 4 ciudadanos pobres de cada diez (a pesar de la ola de subsidios para el AMBA), probablemente ni Macri, ni mucho menos Milei, hubieran llegado a la Presidencia de la Nación. Se acabó el mito del roban pero hacen. A las condenas de Cristina, Boudou, De Vido, José López y Ricardo Jaime, se pueden sumar otras, si llegan a juicio las causas de los «cuadernos» (coimas en la obra pública), hoteles Hotesur y Los Sauces, Ruta del dinero K o el famoso «tratado con Irán».
Encerrada por, cuanto menos, los próximos 6 años y sin posibilidad de ocupar un cargo en el Estado nunca más en su vida, algunos se atreven a hablar ya de un «indulto», pensando en el 2027. Un tema que el gobernador, Axel Kicillof, prefiere esquivar. Aunque hoy le puso el cuerpo a una de las columnas, junto a intendentes de la talla de Pablo Descalzo (Ituzaingó) o Fernando Espinoza (La Matanza), en las próximas semanas tendrá que definir si el Movimiento Derecho al Futuro se entrega al veredicto de la lapicera del diputado Máximo Kirchner (jefe del PJ bonaerense), en una eventual lista de unidad, o si quiebra Unión por la Patria para convertirse inequívocamente en presidencial.
Su creadora está en la lona, pero se victimiza. Es un salvavidas de plomo en medio de la tempestad. Le sirve a ella para mantener controlado a gran parte del PJ. Le sirve al Gobierno para que no se hable de otras cosas. «Si tan acabada estoy por qué no me dejaron presentar», repitió hoy la Jefa, que había anunciado semanas atrás una candidatura a diputada por la Tercera Sección Electoral bonaerense. Olvidando que fue condenada hace dos años y medio.
En la plaza había banderas de La Cámpora, del Nuevo Encuentro, el Frente Renovador, Patria Grande, sindicatos y organizaciones kirchneristas, e incluso del Frente de Izquierda, que no pierde oportunidad para hacer de furgón del peronismo.
“La condena contra Cristina no es justicia, es un castigo político ordenado por el poder económico para sacarla del juego electoral, para impedir que vuelva a construir una Patria justa y soberana. Pero no la van a poder proscribir del corazón del Pueblo ni del centro de la política argentina”, afirmó en la marcha el exintendente de Morón Martín Sabbatella.
“La quieren presa porque les duele lo que hizo y porque saben que es la única capaz de devolverle al Pueblo sus derechos; es la única que puede ponerle un freno real al desastre que está haciendo la derecha y generar una perspectiva de esperanza y crecimiento con inclusión”, cuestionó el jefe del N. Encuentro, quien probablemente sea candidato a concejal en Morón, donde intentará retomar el control del Municipio, tras la interna con Lucas Ghi (MDF).
El ex titular del COMIREC también cumple con una condena menor, por la que no puede ejercer cargos públicos hasta noviembre, por haber intentado desguazar al Grupo Clarín desde el ex AFSCA, en tiempos del «vamos por todo».
«Se está consolidando un Partido Judicial al servicio de las corporaciones, que deja impunes los delitos de Macri y Milei, pero corre a proscribir a Cristina que es inocente. Reducen la Democracia a una ficción, a una puesta en escena donde el Pueblo no puede elegir libremente», definió.