Sigue la sangría de funcionarios del Nuevo Encuentro en Morón: Desplazan a Florencia De Luca

El intendente de Morón, Lucas Ghi, continúa purgando su Gabinete, al calor de la interna expuesta desde diciembre entre funcionarios que responden a su conducción y los que ponderan al jefe del partido Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella. Uno integra el «Movimiento Derecho al Futuro» de Axel Kicillof, mientras que el otro se referencia en Cristina Kichner. Esto tensó las relaciones sin que por ahora no exista una ruptura formal, ni en Provincia, ni en el Municipio.
La última baja del sabbatellismo fue Florencia De Luca, quien se desempeñó al frente de la Secretaría de Fortalecimiento Ciudadano hasta el 28 de abril último. La ex funcionaria es también parte de la mesa chica del NE de Morón y concejal electa por Unión Por la Patria en 2023. Aunque se tomó licencia para ser nombrada en el Ejecutivo, aclaró que no volverá al HCD.
«Decidimos con la conducción partidaria no asumir la concejalía ya que nuestra compañera está haciendo un excelente trabajo y es importante darle continuidad y fortalecerla», sostuvo en un comunicado crítico de la gestión Ghi.
Su lugar en el recinto es ocupado por Nadia Diz, militante del PJ de Máximo Kichner e integrante de La Marechal, agrupación que conduce su pareja, el congresal justicialista y exconcejal Gabriel Barquero. El mismo que pidió licencia en 2021 para no regresar, hackeado por la denuncia de un vecino que acusó a su entorno de cobrarle los sueldos como empleado de la Cámara de Diputados bonaerense (que entonces presidía Marisol Merquel). De todas formas, fue nombrado entonces en el directorio de la empresa Provincia ART (del grupo BAPRO).
Sin cargo y sin banca, De Luca volvió al llano haciendo su descargo. «El intendente Ghi sigue desplazando de sus funciones a quienes pertenecemos al espacio político que señala los problemas que existen en la gestión y que perjudican a los vecinos y vecinas», difundió en un comunicado del NE. En ese lote hay que sumar a Diego Spina (Gobierno), Cecilia Gatta Castel (Economía), Mariano Spina (Desarrollo Territorial), Cinthia Frías (Género) ; y Leticia Guerrero (ex subsecretaría de Relaciones con la Comunidad) quien fue reemplazada por el concejal Tomán Balestrini y, en su caso, sí volvió a ocupar su banca en el HCD, en lugar de Leticia Maldonado, que volvió al Ejecutivo.
Más allá de la interna, que por ahora no es quiebre, la situación no es igual para todos. La mayoría de los funcionarios desplazados siguen siendo empleados municipales. Otros ni siquiera fueron desplazados, aunque hayan achicado su radio de acción. «De Luca fue dada de baja porque se consideró que no estaba funcionando y porque tiene una banca», explicó una fuente del Ejecutivo. Su área pasó ahora a la órbita de la Secretaría Legal y Técnica, que conduce Hernán Sabbatella, a quien el NE le pidió la renuncia por la denuncia de una empleada municipal.
«La situación en Morón es muy grave, porque el Gobierno no mejora y está concentrado en una guerra interna contra nosotros y nosotras en lugar de solucionar las urgencias y necesidades de la comunidad», consideró de Luca; y agregó: «Ghi margina y echa a los que tenemos una mirada crítica y le dedica obsesivamente, meses y meses a esta ‘caza de brujas’, y no a planificar estratégicamente cómo solucionar los problemas de baches, de seguridad, de luces».
«No hay un funcionario o funcionaria que haya sido desplazada porque cumplió mal su tarea o por falta de compromiso. El planteo público que hace el propio intendente es que no se puede estar en el Gobierno si se cuestionan algunas políticas públicas o si no se está absolutamente de acuerdo con todo lo que él plantea. La contracara del miedo a escuchar es el encierro y la persecución”, opinó de Luca. Por el contrario, en el entorno del intendente le marcan que no hacía bien su trabajo. «Nos hackearon 20 veces y Atención al Vecino no tenía agenda alguna».
En el Gabinete de Ghi quedan al menos media docena de dirigentes del Nuevo Encuentro o La Cámpora, es decir que están del lado de los Kichner en la interna provincial. «Hay dirigentes que se la pasan denostando pero no renuncian. Son hipócritas. El intendente viene sumando miradas diversas. El NE actúa como una secta», analizó un luquista.