13/06/2025

Tras el «acuerdo de palabra», el Ministerio de Salud echó a 110 empleados del Hospital Posadas

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Tras los cambios en el Directorio del Hospital Nacional Alejandro Posadas, el Ministerio de Salud anunció este miércoles que despidieron a 110 de sus trabajadores, como parte de un “reordenamiento profundo de los hospitales nacionales”.

El Gobierno argumentó que los afectados “no trabajaban” ni “cumplían sus funciones”. Además, la cartera solicitó a la Secretaría de Trabajo levantar la conciliación obligatoria dictada por la situación del Hospital Garrahan debido al incumplimiento del sindicato Asociación Trabajadores del Estado (ATE).

Los despidos en el Posadas ocurren en medio de un fuerte enfrentamiento de los médicos residentes con la gestión libertaria. El miércoles pasado, los profesionales se sumaron al reclamo del Hospital Garrahan por mejoras salariales en la marcha frente al Congreso.

La semana pasada Ángel Elía tuvo que renunciar como director ejecutivo del Posadas, con quien los médicos residentes “un buen diálogo” y habían llegado a un acuerdo «de palabra» para cobrar un bono, tal como se le ofreció a sus pares del Garranan. Había expectativa de mantener esa promesa con el nuevo titular del equipo directivo, Luis Quintas. Desde la administración les confiaban en que habría “una mejora en los ingresos con recursos propios”.

Este miércoles, en una nueva marcha por los jubilados frente al Congreso, residentes del Hospital Garrahan y del Posadas se sumaron a la movilización, tal como ocurrió la semana anterior.

Mientras eso ocurría, el Gobierno compartió el comunicado de los despidos. “Se trata de personas que directamente no iban a trabajar. Luego de auditorías internas y controles de asistencia, se comprobó que estos contratados no cumplían con sus funciones o presentaban ausencias reiteradas injustificadas. Cada caso fue evaluado individualmente, y se siguieron todos los procedimientos legales y administrativos correspondientes”, informaron.

Estos 110 telegramas enviados se suman a otros 40 que recibieron empleados del hospital nacional ubicado en Morón, hace cuatro semanas. Así, llegan a 150 los trabajadores despedidos por inasistencia, de acuerdo con información “consensuada” con los responsables de áreas en las que se desempeñaban.

La mayor parte del recorte responde a personal administrativo del área contable, de recursos humanos, logística, mantenimiento y portería. El listado incluye “algunos” auxiliares de enfermería. Según fuentes gremiales, no fue algo dispuesto por la nueva gestión. «Sólo ejecutaron» las órdenes del ministerio, deslizó un referente del personal no profesional.

“Lo que se comprobó es la inasistencia para cumplir tareas. En algunos casos, ingresaban pero no se presentaban en el área donde estaban destinados y, algunos, ni siquiera presentaban la tarjeta de acceso a diario. Se constató cada caso y las áreas ampliaron esa información con la concurrencia efectiva o no al lugar de trabajo”, ampliaron.

En el comunicado oficial a través del que se difundieron los nuevos despidos, el Ministerio de Salud remarcó, como lo viene haciendo con otras medidas, que en esta gestión “no hay lugar para ñoquis ni acomodos”. “Cada peso que se malgasta en quienes no trabajaban, ahora se va a invertir en quienes sí ponen el cuerpo todos los días, en mejores insumos, equipamiento y atención para los pacientes”, sumaron.

El director anterior, Ángel Elia, había realizado una propuesta de aumento salarial para los 514 profesionales médicos residentes, que fue ratificada el lunes por Quintas. Se trata de un refuerzo salarial con un bono no remunerativo de alrededor de $300.000, más el bono trimestral de $250.000 que recibe el personal de planta. También dijo que duplicarían el día de guardia de $120.000 a $240.000.

En el comunicado, la dirección del hospital reafirmó “su convicción de que el fortalecimiento del sistema de salud no solo requiere recursos, sino también criterios claros y transparentes de gestión”. “Para poner fin al descontrol presupuestario es necesaria una limpieza estructural que incluya la revisión de normativas, procesos internos y licitaciones mal hechas que favorecían a unos pocos, perjudicando al conjunto del sistema. Los que trabajan y se esfuerzan deben ganar más y, los que no cumplen, deben quedar afuera”, remarcó.