Ituzaingó: Familiares marcharon por la muerte de Ezequiel, y el municipio volvió a clausurar el boliche

Familiares de Ezequiel Altamira, el joven de 16 años asesinado por una patota a la salida de Cool Site, en Villa Udaondo, volvieron a marchar hoy a la Municipalidad de Ituzaingó. A cinco meses de aquella madrugada fatal, consiguieron que el Municipio volviera a clausurar el complejo bolichero, que había vuelto a abrir sus puertas para eventos.
«Salió una abogada (del Municipio), que dice que dieron todas las respuestas. Nosotros vemos que el boliche está funcionando. El fin de semana lo llenamos de carteles y ya los sacaron. Esperamos que nos atienda el intendente para que nos de respuestas. Nos patean de la Fiscalía, del Municipio, pasa el tiempo y tengo la sensación de que el boliche va a reabrir», contó Paola Eiroa, madre de la víctima, al aire de Mpquatro radio. La familia es querellante tanto en la causa penal que investiga el ataque, como en la denuncia contra el boliche y el Municipio por abandono de persona.
¿Pablo Descalzo les prometió que no abría mas (Cool Site)?
Sí, cuando presentaron las patrullas, en diciembre. Me ofrecieron pasar a hablar con el intendente y me prometieron eso. Pero hay gente que nos dijo que el boliche sigue facturando, con fiestas privadas. Se comunicaron con un colegio para decirles que tenían que pagar la fiesta de egresados para confirmar el contrato. Dicen que quieren reabrir el mes que viene (el boliche). Ya pasó otras veces. No es la primera vez. Al poco tiempo vuelven a abrir.
¿Qué pasó con los imputados, en la causa por la muerte de tu hijo?
Los acusados están en custodia, pero cuando se cumplan los 180 días van a quedar libres, porque son menores. Vamos a ir a una audiencia por el de 17, que es cómplice.
¿Y la denuncia contra el boliche y el municipio?
No sabemos nada, ni en qué fiscalía está. Nos pelotean. Tenemos testigos y cosas que necesitamos se hagan ahora porque por ahí la gente se arrepienta. Si quieren abrir que cumplan las ordenanzas. Que no haya más menores. Un boliche no es un salón de fiestas, no puede hacer eventos con menores. Alguien está habilitando algo que no es legal. No había seguridad, ni ambulancias (la madrugada del 26 de octubre). Pero la gente es egoísta y cree que no le va a pasar. Queremos que se hagan cargo. El boliche mete chicos a tomar alcohol y los larga a las 5 de mañana en la puerta. Mi hijo no va a ser uno más. Yo quiero que su cara se recuerde, que les moleste y que no vuelva a pasar. Lo que quiere es que no haya más menores. Que no muera más nadie. Pero lamentablemente de esto no es habla.
Era la segunda vez que Ezequiel iba a bailar a ese boliche. Entró con amigos pasadas las 11 de la noche del 25 de octubre, cuando tenía 16 años. Tal como pasó con la muerte de Diego Aljanati, atropellado por una patrulla en la esquina del boliche Club Leloir, la matinée estuvo cerrada por 6 meses. Y luego volvieron a abrir. Por ahora, The Club- CoolSite abre para eventos. Padres de un colegio de Ramos Mejía recorrieron oficinas de la Municipalidad para saber si efectivamente iban a poder cumplir con el contrato que estaban pagando para hacer la fiesta de egresados o si los estaban estafando. Eso fue una semana y no tuvieron muchas respuestas, ni siquiera de la Justicia de Faltas.
A esta hora le comunicaron a la familia de Ezequiel que volverían a poner una faja de clausura en la puerta de ese boliche.
Si bien el ataque de la patota ocurrió a una cuadra de la discoteca (en Los Potros, entre Patricias Mendocinas y El Zonda, Villa Udaondo) nadie controlaba la salida de los chicos de matinée. No había ambulancia, ni patrulleros, ni moviles de Seguridad Ciudadana. Además, la querella contó que los chicos no podían esperar un remís en la puerta del boliche porque no se les permitía. La disco no volvió a abrir desde entonces, allanamiento y «clausura» de por medio.
El 26 de octubre del año pasado, Ezequiel esperaba junto a unos amigos un auto que pidió en una aplicación de viajes para volver a su casa luego de concurrir a la matinée del boliche Club Leloir en Ituzaingó.
En ese momento, los adolescentes fueron abordados por una patota que, sin mediar palabras, los atacó y le robó las pertenecías a Altamira, después de efectuarle varios golpes.
Aunque la víctima logró recuperar la consciencia, los patovicas que fueron convocados por los amigos de Ezequiel les recomendaron que espere dos horas para dormir. Pensaron que el menor «estaba borracho».
El escenario cambió rotundamente cuando horas después Ezequiel comenzó a sentir molestias y al intentar despertarlo constataron que ya no tenía signos vitales.
De acuerdo con la hipótesis del fiscal Guillermo Rodríguez Rey, de Responsabilidad Penal Juvenil número uno de Morón, un menor de 14 años habría sido el que golpeó a Ezequiel en la sien izquierda con una manopla, que le provocó una grave fractura y finalmente la muerte.
La carátula del caso es «homicidio en ocasión de robo», un delito que prevé una pena de 10 a 25 años de prisión, según el artículo 165 del Código Penal, aunque el presunto autor de la golpiza no iría a la cárcel dado que es inimputable por ser menor de edad.