Piden que la calesita de Don Atilio sea declarada patrimonio de Morón: Por qué podría cerrar
Don Atilio, el dueño de la histórica Calesita de la estación Castelar, avisó por redes sociales que, tras haber sufrido un nuevo acto vandálico (el 4 de enero), podría despedirse a sus 82 años del vecindario. Tras el anuncio, vecinos del barrio iniciaron una colecta de firmas en Change.org para que esa parada familiar sea declarada patrimonio del Municipio.
«El sábado tuve un disgusto importante. Me encontré con que habían roto la lona, para poder entrar. No es tan grave eso, pero lo que sí me causó un dolor de cabeza y me hizo subir la presión es que defecaron en el asiento de un juego. Fue una provocación», denunció Atilio Scalón, el 7 de enero (tres días después del incidente) a través de Facebook.
«Quería que se enteren los vecinos porque estoy muy cansado. Estas cosas me hacen daño. No me indigné tanto cuando me quemaron la calesita. Todos se lavan las manos. Una vez más y cierro. No me voy a morir ahí porque se le ocurre a cualquier drogadicto. Cuando veo alguno tirado lo despierto, le digo de buenas maneras que no se puede estar. Y la gente se levanta y se va. Nunca maltraté a nadie. Esto que hicieron para mí ya es cartón lleno», advirtió el calesitero.
De inmediato surgieron varias iniciativas. El concejal Francisco Mones Ruiz (CC) presentó un proyecto de ordenanza para que se declare a la Calesita como «bien patrimonial de interés histórico, social y cultural (…) por su invaluable aporte a los principios de convivencia, cooperación y encuentro de generaciones enteras». Lo firmaron todos los bloques del HCD.
Para respaldar el pedido de la comunidad en Change.org (684 firmas a esta hora del día), también se organiza una marcha para éste sábado a las 18 en la Plaza Cumelén, en respaldo al pedido de Atilio de que haya seguridad en la zona.
La Calesita de Atilio comenzó a funcionar en 1973 frente a la estación de trenes de Castelar, gracias a un acuerdo con el dueño del predio, que manejaba un bar contiguo. El problema fue cuando los herederos decidieron venderlo todo.
Entonces comenzó una movida, hasta que la calesita se instaló definitivamente en Plaza Cumelén (julio del 2000). Años después comenzaron a sucederse distintos hechos vandálicos. El más lamentable sucedió el de agosto de 2010, cuando sus instalaciones sufrieron un incendio intencional, producto del cual se quemaron buena parte de los juegos.
El siniestro tuvo tanta repercusión que el gobierno municipal decidió otorgarle a Atilio un subsidio de $85.000 para que se pueda recuperar. Y, en tan solo dos meses, se instaló una nueva calesita, inaugurada el 26 de septiembre de 2010.