Residentes del Hospital Posadas levantaron el paro del martes 10, tras la promesa de un bono

Médicos y estudiantes residentes del Hospital Nacional «Alejandro Posadas» suspendieron el paro previsto para el próximo martes, tras llegar a un acuerdo de palabra con las autoridades por el pago de un bono extra sobre sus haberes.
Tal como ocurrió en el Garrahan, los residentes del «hospital público más grande del país» denunciaron que la retribución básica actual es de $797.000 «con una carga horaria de más de 60 o 70 horas semanales, sin ningún bono».
Y habían adelantado que si no aparecía una respuesta para el lunes 9, se sumarían a las medidas de fuerzas que estaban previstas por el personal del hospital de Niños. Sin embargo, horas más tarde llegaron a la misma resolución del conflicto. Esto es aceptar el bono, sin paro, habida cuenta de que no es personal de planta, ni tiene paritarias.
A pesar de que no llegaron hasta el Ministerio de Salud de la Nación, que paga sus haberes, el miércoles hubo un nuevo encuentro de residentes con la Administración del Posadas, tras la cual, al fin y al cabo, hubo comunicados cruzados.
«Esta Dirección mostró, desde el primer momento, voluntad de diálogo y plena convicción en que el camino para una resolución está en la búsqueda de consensos dentro del marco del respeto institucional. Esta decisión, que se tomó, en el marco de una mesa de diálogo con representantes del cuerpo de residentes, es posible gracias a que la administración, que se ha llevado adelante en los últimos meses, se puso como objetivo restaurar el orden institucional y optimizar los recursos del hospital para mejorar las condiciones laborales de los profesionales”, comunicó el Hospital.
Las autoridades “consideraron oportuno advertir” que, a partir de la oferta notificada, “se deberían revertir las medidas de fuerza anunciadas” que interrumpirían el normal desarrollo de las tareas profesionales “para evitar futuras sanciones”.
Asimismo, el correo electrónico enviado desde la dirección del Hospital Posadas a los residentes incluyó un aumento en las becas, posibilidad de sanciones a quienes abandonen sus puestos de trabajo “ante toma de medidas de fuerza” y, además, explicaron que, dependiendo de los días sin prestarse a trabajar, las sanciones pueden ser desde “descuento del día, pérdida de la regularidad por inasistencias injustificadas” hasta “desvinculación del hospital”.
Horas después de este comunicado, los residentes colgaron en sus redes sociales la respuesta esperada: «Luego del diálogo con la Dirección Ejecutiva del hospital se ha llegado a un acuerdo verbal para el levantamiento del paro del martes».
«Esta medida no soluciona el conflicto de fondo», aclararon, para mantenerse en «estado de alerta» y a la espera de que la promesa se cumpla. El conflicto ganó notoriedad en los medios y era un caso indefendible para el Gobierno nacional. Se trata de sectores sensibles que no pueden quedar por debajo de la canasta básica y del convenio de Comercio.
No obstante, la escena también quedó atravesada por la política partidaria. Es que mientras la lupa se posa, y con motivos lógicos, sobre dos hospitales nacionales, en la Provincia, hace apenas 15 días se celebraba la firma de un acuerdo paritario del 7.5% para los médicos de saludo bonaerense. Esto dejaba los médicos de planta entre 800 y 950 mil pesos de haberes en bruto. Es decir lo mismo que un residente del Garrahan. Pero en este caso hubo aplausos, no marchas, no bombos, no gritos. Ni que hablar lo que ocurre con los haberes de algunos municipios de la Zona Oeste u hospitales desfinanciados completamente como el municipal de Niños de San Justo. Allí la izquierda tiene poco peso y los gremios hacen la vista gorda. Pero ni la doble vara ni la hipocresía de sectores tan «populares» tampoco puede servir como excusa para bajar reclamos nacionales. La vara no la sube Milei, menos Kicillof.