Segundo juicio: La madre de Candela Rodríguez saludó al principal acusado y renunció a la querella
Carola Labrador, mamá de Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años asesinada en agosto de 2011 en Hurlingham, desistió hoy de querellar como particular damnificada en el segundo juicio que lleva adelante la Justicia para condenar al autor ideólogo del crimen.
Disconforme con la teoría de la Fiscalía, presentó un escrito a través de su abogado ante el Tribunal Oral N°6 de Morón, mediante el cual renunció a la acusación. Fue después de saludar físicamente al principal acusado, Miguel Ángel “Mameluco” Villalba (60), un presidiario que cumple una condena de 27 años como jefe de una banda narco, ante la vista de todo el mundo, según pudo registrar el portal «Primer Plano».
“Durante todo este calvario hemos tenido que soportar, como si fuera un peso extra a la cruz que cargamos, la actitud de los fiscales que, lejos de darnos esperanza de hallar justicia, lo único que han hecho es sumirnos en la oscuridad y producirnos todavía más dolor, dirigiendo sus embates contra nuestra familia”, indicó Labrador en el escrito.
Y agregó: “Su actitud inquisidora, sus elucubraciones, su voluntad para echar sospechas sobre una familia desgarrada y devastada por el dolor, han sido en todo este proceso actos verdaderamente canallescos que solo hemos soportado para no demorar el proceso de Justicia y castigo para con los asesinos de Candela. Este accionar denigrante se repite nuevamente en este debate tal como en el anterior donde del mismo modo que aquí han ensuciado a la familia”.
“No podemos olvidarnos que el Ministerio Público es un ente único independientemente de quienes hoy lo representen, y en este sentido carga con toda la culpa de una ineficaz investigación, que ha llegado incluso a los extremos de falsear pruebas detrás de siniestros intereses. Solo les interesa dirigir sus golpes contra la familia, echando siempre el mismo manto de sospecha, para de este modo distorsionar la realidad de los hechos en los cuales el propio Ministerio Público es el gran responsable, y hasta ahora sin sanción”, expresó.
La madre de la víctima concluyó en que “lo que verdaderamente nos motiva a apartarnos de la figura del particular damnificado, es la desconfianza; la impericia; la desidia y el no encontrar justificativo para profundizar el dolor. Desconfiamos de quienes se han mostrado y se muestran empeñados en sostener la mentira, vaya a saber a caballo de qué oscuros intereses”.
La audiencia
Este juicio, que busca al autor intelectual y a colabores necesarios, comenzó el 5 de marzo con Villalba (el único que llegó detenido), el ex policía Sergio Fabián Chazarreta, Héctor Horacio ‘Topo’ Moreira y el carpintero Néstor Ramón Altamirano en el banquillo. De acuerdo a los fiscales Mario Ferrario y Marcelo Papavero, serían coautores de la privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte de la nena de 11.
En una audiencia que deparó sorpresas, la foto del día fue el momento en el que Villalba, quien está sospechado de ser el autor intelectual del crimen, se acercó a Labrador y la saludó con un beso en la mejilla.
Labrador fue la primera en declarar y presentó su teoría. Ante el tribunal, recordó cómo fue el día que vio por última vez a su hija, el 22 de agosto de 2011, es decir una semana antes de que apareciera el cuerpo de Candela.
Según su relato, en un principio la Policía no le quería tomar la denuncia y tampoco la buscó. También cuestionó el accionar del fiscal Marcelo Tavolaro, quien comenzó la instrucción, y el Policía Departamental Morón.
La justicia pudo probar en el primer juicio que Candela fue llevada cautiva a la villa Costa Esperanza, en el partido de San Martín, y luego a la casa de la calle Kiernan 992 de Hurlingham, donde los investigadores encontraron ADN de la nena. Fue entonces que Hugo Bermúdez y Leonardo Jara fueron condenados a perpetua.
La mamá también contó que cadáver que Candela fue trasladado a un cementerio:“Nos enteramos que en el cementerio de Hurlingham se realizaba un tour y se cobraba a curiosos para visitar la tumba de Candela”, reveló.
Luego del crimen nunca más pudo volver a la casa de Coraceros y hoy vive con el papá de la nena en San Martín.
“Candela fue víctima de femicidio”, aseveró en su exposición. Y acusó: “Se habló mucho sin saber, se inventaron muchas cosas. Nos ensuciaron a mi hija y a mí”, dijo en referencia a un supuesto «ajuste de cuentas».
Antes de descompensarse (y tener que ser asistido), Alfredo Rodríguez, padre de Candela, recordó que al momento del asesinato, él estaba preso en la Unidad 36 purgando una condena por robo. Y declaró de manera contundente: “No tengo ninguna sospecha de quién y porque mandó a secuestrar y matar a mi hija”.
Asimismo, describió ante el tribunal que cuando desapareció su hija un compañero de celda le dijo que ‘Topo’ Moreira, uno de los acusados, “andaba diciendo en la calle que yo era buchón de la Policía y que marcaba casas de gente del hampa a la Policía”. “Conozco a Moreira del barrio en Loma Hermosa. Allí vivió durante toda su vida antes de mudarse a Hurlingham. Él conocía a Candela y dónde vivía mi familia”, reveló.
También reconoció que sabía que el ‘Topo’ trabajaba con la Policía, que pasaba datos, y sabía que durante la búsqueda de Candela “era informante de la cana”. Sobre Chazarreta, el ex policía que era muy cercano a Moreira, señaló que se conocían del barrio en San Martín. El juicio continuará con el Estado como único querellante.