Segundo juicio por el crimen de Candela: «Sólo quiero Justicia», declaró la mamá ente el Tribunal
Con un impresionante operativo de seguridad y con el capo narco de San Martín, Miguel «Mameluco» Villalba (60) como principal acusado de ser el autor intelectual del crimen de Candela Sol Rodríguez, arrancó hoy en el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de Morón el segundo juicio por el asesinato de la nena de 11 años.
Villalba esta acusado de ser el ideólogo del secuestro y crimen ocurrido en 2011, caso por el que ya hubo tres condenas en 2019. Por temor a que se escapara en el trayecto de la cárcel a los tribunales, el Servicio Penitenciario Federal propuso que asistiera al juicio de manera virtual. Pero el tribunal insistió y desató una serie de decisiones polémicas y tironeos que concluyeron esta mañana con un operativo extremo de seguridad.
«Mameluco» viajó en un móvil blindado desde Ezeiza, donde cumple una condena de 26 años por una causa de narcotráfico. En total se usaron 9 móviles del SPB con 30 agentes armados y un décimo móvil lleno de policías del grupo Halcón de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
«El juicio va a durar hasta abril, con tres audiencias por semana. Es impracticable llevar y traer a Villalba de Ezeiza, con seguridad, cada vez que haya una audiencia», resumieron fuentes comprometidas con el éxito del traslado.
Los otros los acusados llegaron al juicio en libertad. Empezando por el carpintero Néstor Altamirano (62), a quien se acusa de haber alimentado a la víctima durante su supuesto cautiverio en la llamada «casa rosa», ubicada en Kiernan 992, en Hurlingham, donde se ocurrió el secuestro y descartaron luego el cadáver.
La fiscalía acusa a Villalba de mandar secuestrar a Candela como una venganza narco contra Alfredo «Juancho» Rodríguez, el papá de la nena.
Al momento del secuestro, Rodríguez estaba preso acusado de piratería del asfalto. Cuando los investigadores le preguntaron quién querría perjudicarlos nombró a varios narcos de la zona (no a Mameluco) y a Héctor «El Topo» Moreira (53), confeso buchón de la Policía bonaerense.
Según «Juancho», un compañero de la cárcel le había comentado de que Moreira andaba diciendo que él sobrevolaba las villas de San Martín con un helicóptero de la Federal, marcando gente.
Moreira es el segundo acusado en importancia en el juicio. De acuerdo a la composición de lugar del fiscal Mario Ferrario, fue «El Topo» quien convenció a «Mameluco» que «Juancho» Rodríguez lo había entregado a la Policía Federal (para encubrir que en realidad había sido él el traidor).
A Moreira también se lo señala como la persona que levantó a la nena el día 22 en la camioneta Ford EcoSport de su sobrina, junto al esposo de ésta, el policía de la bonaerense Sergio Chazarreta (55), el tercer pesado del caso «Candela II».
Moreira llega al juicio libre y según su histórico abogado, Sergio Doutres, hace tiempo que no anda ni con malandras ni con policías. «Sigue con su trabajo de ambulanciero para una empresa de emergencias privada», le dijo Doutres a Clarín y adelantó que se opondrá a que en este juicio se incorpore por lectura a varios testigos de cargo que declararon en el primer debate.
«Mameluco», tapado de causas en su contra, eligió llegar a juicio con defensor oficial. El que contrató a un abogado de alto perfil fue el ex policia Chazarreta, quien tendrá en su rincón a Alejandro Montone. Con un pasado polémico en la Justicia Federal de Capital, Montone tuvo entre sus clientes más recientes al ex juez de Casación Bonaerense Martín Ordoqui y también a Marcelo Bruera, hermano del ex intendente de La Plata. Ambos protagonistas de dos explosivos casos de corrupción.
Para la fiscalía, el caso fue tan mal investigado que, en su momento, el fiscal Mario Ferrario pidió que fueran a juicio los jefes policiales de la época: Juan Carlos Paggi, que era el jefe de la Bonaerense, su poderoso numero dos, Hugo Matzkin, y quien era jefe de investigaciones, Roberto Castronuovo.
Pero en diciembre de 2020 la Cámara de Casación Penal bonaerense confirmó el sobreseimiento de los tres comisarios generales. Ese fue el final de lo que pudo ser el juicio «Candela 3».
Declaró la madre
Carola Labrador, mamá de Candela Sol Rodríguez, declaró hoy por el crimen de su hija a 11 años y pidió Justicia por ella.
“Hace 13 años que busco justicia por ella, sólo quiero Justicia, que los culpables paguen”, dijo entre llantos la mamá de la niña de 11 años, secuestrada el 22 de agosto de 2011 y quien fue encontrada sin vida y con signos de haber sido abusada siete días más tarde.
La mamá recordó cuando que desapareció Candela ella tenía un teléfono que “sólo sacaba fotos” pero “sin línea” y que cuando ella fue a la comisaría a realizar la denuncia no se la tomaron, hasta que a las “diez de la noche” del 22 de agosto salió con un policía en un auto de civil a buscarla.
“Esos nueve días para mí fueron 200 días, me llevaban a campos a recorrer, a granjas, a un basural o reconocer su ropa”, recordó de esos días la mamá.
La niña había salido de su casa porque se iba a encontrar en esa esquina de Villa Tesei con amigas de boy scout, cuando una camioneta Ford Eco Sport la levantó. Siete días más tarde apareció sin vida y con signos de haber sido abusada.
Según Carola, durante esa búsqueda también sufrió amenazas por parte del entonces fiscal del caso Marcelo Tavolaro y su secretaria: “Me decían que yo vendía drogas, que lo de Candela era un ajuste de cuentas por su papá, que yo era prostituía”.
El 31 de agosto -recordó- la fue a buscar en un móvil policial el entonces jefe de la Policía Bonaerense Juan Carlos Paggi y le ofreció un caramelo: “Es para endulzar un poco la tarde, se encontró un cuerpo pero no creo sea ella”, le dijo.
Carola dijo que ella vio el cuerpo que habían dejado en la vera de la autopista Gaona y que “no quería creer” que era su hija.
“Yo la soñé la misma hora que el asesino de Bermúdez mataba a mi hija”, recordó entre llantos.
Carola dijo que hoy trabaja en Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y que ella “hoy se dedica a atender a las víctimas”.