11/02/2025

Morón Sur: Les robaron el auto y el dinero para pagar el salón, en la fiesta de cumpleaños del hijo

moron sur

Dos motochorros despojaron a una pareja del auto y del dinero que llevaba para pagar el salón de fiestas, cuando llegaban para celebrar el noveno cumpleaños de su hijo. Ocurrió el sábado y fue registrado por las cámaras del comercio.

El hecho ocurrió en la calle Grito de Alcorta al 1800, en Morón Sur, cuando la familia de Lorenzo llegaba a un salón de fiestas. Mientras descargaban objetos del vehículo, fueron interceptados por dos delincuentes a bordo de una moto.

Uno de los asaltantes, vestido con una remera y gorra roja, descendió armado y amenazó a Mariano Rouco, padre del niño. Bajo intimidación, le sustrajeron dinero en efectivo, una billetera con documentación y su auto Peugeot 208 gris, patente AF981IG, que hasta el momento no fue recuperado.

Los delincuentes se llevaron $750.000, monto que la familia tenía reservado para pagar el evento infantil, que finalmente no pudo realizarse. Pese a los gritos de auxilio, los asaltantes lograron huir sin ser detenidos.

Natalia Helguera, madre del niño, expresó su bronca e impotencia tras el robo. “Es la tercera vez que me roban un auto. No se puede vivir así”, afirmó al ser entrevistada en A24.

La mujer, de 44 años, relató: “Llegando al lugar, nos encontramos con una moto y dos chicos armados. Interceptaron a Mariano (su esposo), que tenía las llaves del auto. Yo pude sacar a Lolo, que fue el primero que salió del auto, y a mi mamá. Quedamos nosotros afuera, viendo cómo le apuntaban a Mariano y le sacaban todo: el dinero, la billetera, y, por supuesto, el auto, donde estaba todo para la fiesta”.

Su esposo, Mariano Rouco, no opuso resistencia y entregó lo que tenía. “Yo les dije ‘tranquilo, tranquilo, tomá, te doy todo’. Les di la llave, la billetera, lo que tenía encima. Zafé el celular, por suerte, que nos sirvió para llamar a la policía”, detalló.

El robo no solo les dejó una pérdida material, sino también una gran angustia. Natalia recordó su desesperación al ver a los delincuentes llevándose todo: “Todo quedó grabado. Se me ve con la torta en la mano, sin saber para dónde ir. En ese momento lo único que pedí fue ‘por favor’. Es lo primero que a uno le surge. Pero después viene la bronca y la impotencia”.

La mujer intentó rescatar algunos documentos antes de que los ladrones escaparan. “Abrí la puerta porque quería sacar mis cosas. Ya tuve dos episodios de estos y las veces anteriores pude sacar la cartera. Sabía que Lolo estaba a salvo, pero son esos segundos de duda en los que decís: ‘¿agarro mis cosas o me fijo en el nene?’”, relató.

El impacto emocional del robo afectó a toda la familia. “Mi mamá, de 74 años, sufrió un pico de presión esa noche por el estrés. Lolo todavía está asustado, está durmiendo conmigo porque tiene miedo de que los delincuentes entren a casa”, contó Natalia.

Además, la familia tuvo que cambiar las cerraduras porque los ladrones se llevaron las llaves de su casa. “Pudimos entrar porque un familiar tenía una llave duplicada. Si no, ni siquiera podríamos haber entrado”, agregó.

Horas después del robo, los delincuentes usaron sus tarjetas de crédito y débito para realizar compras. “Si bien hicimos las denuncias, me llegaban notificaciones de la aplicación con consumos. No dormimos en toda la noche. Después de la madrugada, vi que también habían usado la tarjeta de crédito de la extensión de Mariano”, denunció la víctima.

Además, entre los documentos robados estaban sus registros de conducir, lo que complicó aún más la situación, ya que la familia tenía planeado viajar. “Estamos acá haciendo trámites porque el sábado nos íbamos de vacaciones. Tenemos todo pago, pero ahora estamos batallando con la burocracia para poder recuperar los registros y solucionar el tema de las tarjetas”, explicó Natalia.

La inseguridad en la zona es una preocupación constante para la familia. “Mi suegra fue asaltada hace dos meses y varios de mis sobrinos decidieron irse del país por la cantidad de robos”, contó Natalia.

“Lolo” también habló y cuando le preguntaron qué esperaba de la vida, respondió: “Seguridad”.

Tras el violento asalto, la familia radicó la denuncia en la Comisaría Primera de Morón. La investigación quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) de turno, que analiza las cámaras de seguridad para identificar a los delincuentes.