A pesar de las obras, el Tren Sarmiento suma 13 accidentes en los últimos dos meses: varias fatales
El martes pasado por la mañana, una chica se quitó la vida al arrojarse frente a una formación del Tren Sarmiento en la barrera de Belgrano-Salta de la estación de Morón. Murió en el acto. Fue uno de los trece accidentes que se sucedieron en distintos cruces, a lo largo de ese ramal que une Once y Moreno en los últimos 60 días. Y sin contar otros de los ramales diésel. Ocurren tan a menudo que ni si quiera se informa debidamente, por canales oficiales, si las víctimas sobrevivieron. Y se multiplican pese a las obras que intentaron agilizar el paso del tren y evitar este tipo de accidentes, con la colocación de puentes vehiculares.
Los canales de información en estaciones y las redes sociales ayudan a contar los casos y a avisar a los usuarios de las cancelaciones, demoras y recortes en los servicios, tanto por accidentes, como por fallas técnicas o medidas de tipo gremial. Problemas habituales, de infraestructura, como también de acciones evitables.
Ayer mismo, antes de las 19, una formación que circulaba con sentido a Moreno atropelló a una persona en el paso a nivel de la calle Monteagudo, junto a la estación de Ramos Mejía. Cientos de pasajeros tuvieron que bajar de los vagones y buscar un medio de transporte alternativo. En las estaciones sigue habiendo cruces peatonales, una trampa tanto para desprevenidos, como para los maquinistas, que no siempre deben parar en esas estaciones (los servicios «rápidos» y «semirápidos») y no pueden evitar una colisión.
Tal como ocurrió el martes en Morón. Testigos del hecho aseguraron que la víctima en ningún momento advirtió que se acercaba un tren y cruzó con la barrera baja. Incluso, contaron que una mujer le gritó, pero la víctima no se dio cuenta y fue atropellada. El servicio estuvo demorado varios minutos hasta que el cuerpo fue retirado, tras la intervención de personal del SAME, la Policía Federal y personal de Tránsito y Bomberos.
Hay un hilo que se repite todas las semanas: El jueves 7 el servicio se vio afectado por una colisión con persona en Flores. El martes 5 el tren no se detuvo en Ramos Mejía por arrollar a un peatón en el paso a nivel de Monteagudo. El lunes 4 por la mañana, el Sarmiento estuvo reducido entre Moreno y Liniers por un arrollamiento fatal en paso a nivel de la calle Andrada, en Flores. Y por la tarde no se detuvo algunas horas en la estación de Liniers, por un accidente en el cruce de Barragán. La persona falleció en camino al hospital.
El sábado 25 de noviembre el servicio del Ramal se vio reducido entre Castelar y Moreno por la colisión con vehículo en paso a nivel Zapiola, en Castelar. Una barrera con punto ciego hacia Morón que merece la atención de los guardabarreras las 24 horas. Las demoras por la cercanía con la estación hacen que los conductores menos precavidos crucen de todas formas, quizás sin conocer las víctimas que se contaron allí.
El 12 de noviembre hubo demoras y cancelaciones por otro arrollamiento en Ituzaingó. El 5 de ese mes una estudiante de 19 años murió el coche en el que viajaba cruzó con la barrera baja el paso a nivel de Rivadavia y Urquiza: Franco Emanuel Finocchiaro fue procesado con arresto domiciliario por el juez federal de Morón Martín Ramos por el delito de «homicidio culposo agravado» tras el fallecimiento de Agustina.
El 24 de octubre el servicio del Ramal funcionó limitado entre Haedo y Moreno por el arrollamiento de una moto en el paso a nivel Colombres, Ciudadela. El motoquero murió en el acto. Su vehículo, que quedó atrapado debajo de la formación, se incendió y tuvieron que evacuar rápidamente a todos los pasajeros.
El 18 de octubre hubo otro accidente en Flores. Y un día antes en Ramos Mejía, con otro auto que cruzó mal. El 16 de ese mes hubo otro accidente fatal con una persona en pasillo peatonal Medina, estación de Ituzaingó.
Hasta ahí suman trece casos, sin contar los que se suceden con los ramales diésel a Marcos Paz o Mercedes, donde prácticamente no hay puentes. Aunque la cosa no mejora en el ramal eléctrico. No todas las barreras se pueden eliminar, el plan de «soterramiento» cayó en un agujero negro y los puentes que se construyeron no sirven para el tránsito pesado, ni disimulan los cruces peatonales que todavía existen.
El último se está colocando en el límite entre Haedo y Ramos Mejía (donde está el otro). Motivo por el cual desde el miércoles se volvió a dictaminar el cierre a la circulación en un pequeño tramo de 150 metros de la 2da Rivadavia, entre Av. Doctor Luis Güemes y Ribes, lindero al Hospital Interzonal General de Agudos.