Salarios de indigencia y ajuste brutal: Por mayoría, el HCD de Ituzaingó aprobó el Presupuesto 2024
Con la nueva conformación, el Concejo Deliberante aprobó este viernes el Presupuesto Municipal para 2024, estimado en poco más de 21.234 millones de pesos. Si se compara con el de este calendario (no con el ejecutado) representa un aumento nominal de casi el 100%, pero un ajuste real de por lo menos un 50%, medido frente a una inflación anual que rondará el 180% pero que viaja una ritmo de al menos 300%.
Como ocurre en casi todas las administraciones, el final de la campaña marcó un quiebre en el Estado, que se quedó «sin plata». Algunos lo dicen a viva voz, otros lo susurran. O lo dicen de otra manera, como cuando el ministro candidato, con los últimos cartuchos, prometía «déficit fiscal Primario cero» para el 2024.
Es lo mismo que la motosierra, pero sin reforma alguna: Subir tributos y ajustar el gasto es la recete más ortodoxa. Por eso, en el Cálculo de Recursos y Gastos del primer año de gestión de Pablo Catriel Descalzo (primogénito del histórico intendente Alberto Daniel, que encabezó la lista de concejales de UxP pero sólo como «testimonial», ya que no asumió su banca) establece un «salario mínimo» para los trabajadores municipales de carácter administrativo de 50 mil pesos. Los empleados de servicios y técnicos un poco más.
Si bien se miden 6 horas diarias, y no ocho, el salario mínimo vital y móvil está en $156 mil. Y en enero será más alto, si se sigue moviendo conforme la inflación. Por supuesto, hay bonificaciones y conceptos no remunerativos que engrosan el salario municipal. Pero aún así merecería que los caceroleros K que estuvieron en la noche del jueves sobre la Av. Rivadavia protestando contra el Gobierno de Javier Milei tuvieran la misma vara para el gobierno local. Muchos, seguramente, padecen las injusticias de la propia administración.
El Presupuesto fue votado con las 11 manos de UP, la ex libertaria Ana Vicenzo (Avanza Ituzaingó) y el bloque de Juntos: Di Castelnuovo, Ratto, Prats, Ciorciano, De la Iglesia y Steininger. Votaron en contra los monobloques de Gabriel Pozzuto (JxC), Cristian Lanaro (PRO), María E. Sanguina (UCR) y Juan Larralde (LLA).
«No íbamos a acompañar el Presupuesto para no convalidar el aumento de tasas, que tiene dos cláusulas gatillos. Ahora es luz y recolección de residuos, más otra por el IPC», explicó Pozzuto, quien tampoco había acompañado el ajuste fiscal del 50% votado semanas atrás, que se suma al decreto por el 30% de noviembre.
Los salarios básicos fijan también la dieta de los concejales, que a diciembre está en el orden de los 250 mil pesos. Algunos creen que sirve para «disciplinar» a la oposición. Es que en la misma sesión se aprobó un paquete de «vías de excepción» al Código Urbano. Una mayoría similar, pero sin los 2 votos de Nuevo Encuentro.